Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Un trabajo bonito y que nutre desde lo artesanal. Es el único aliento de los apicultores en el municipio Simón Planas, al reconocer que desafían la baja producción de miel de hasta 50%. También precisan los embates por la tala indiscriminada y cambios climáticos, junto a la falta de apoyo financiero del Estado y el hurto de los panales.
La satisfacción se basa en la garantía de conseguir una miel pura, lograda con recursos propios porque no han contado con apoyo del Estado. Según Noel Alvarado, con más de 30 años de experiencia en la apicultura, han sido muy golpeados por la caída de la producción de hasta 50%, al tener de referencia que una colmena les suministraba desde 40 hasta 120 kilos de miel, dependiendo del vigor de las mismas al tratarse de fuertes o débiles. «Antes podíamos ofrecer entre 6.000 a 10 mil kilos con 100 colmenas, pero en la actualidad ni siquiera llegamos a 5.000 kilos», lamenta y recalca que en oportunidades apenas llegan a 3.500 kilos.
Precisa entre las principales causas que están siendo víctimas de la tala de árboles «a diestra y siniestra» y la erosión a orillas del río Guache. Una situación contra el hábitat de las abejas y que es de conocimiento de funcionarios de la Guardia Nacional (GNB), pero no termina en severas sanciones a los responsables. Se les suman las intermitencias del cambio climático con lluvias en tiempos de sequía que afectan el proceso de producción.
Alvarado precisa que la reciente cosecha terminó en abril y había comenzado en noviembre de 2022, considerando que durante este período de invierno se mantiene paralizada. Es la rutina que atraviesan ese promedio de 14 apicultores del municipio Simón Planas.
Puede ampliar esta información en nuestra edición impresa de este miércoles 28 de junio