Aprender para emprender es una de las frases que se mantienen vigente en el país. En Barquisimeto las escuelas de artes y oficios ven con agrado que la matrícula que hasta hace unos 3 años era ocupada por personas de más de 45 años o profesionales jubilados, ahora se le suman los jóvenes con edades entre 15 y 35 años.
En la escuela de arte y oficio Brisas de Macuto, ubicada en la avenida Uruguay, se imparten cursos de repostería, lencería, barbería, peluquería, pasapalos, elaboración de muñecas, cojines, peluches, artes, pinceladas, peluquería, uñas, maquillaje y cultivo urbano de alimentos. Son oficios que han tenido gran receptividad por parte de los jóvenes, sin dejar de lado a las personas de más de 40 años.
Para el sociólogo Dioni Salas, la incorporación de jóvenes a la formación en un oficio es una muestra de la necesidad socioeconómica del país, son carreras cortas que en poco tiempo les permite obtener algún tipo de ingreso y más aún cuando el gobierno estimula el emprendimiento, aunque no todos son rentables.
Esto demuestra que el sistema que forma profesionales universitarios no es una garantía de un futuro laboral, por los bajos salarios que devengan, los oficios vienen a ser una vía para tratar de nivelar la economía de las familias en Venezuela.
Entre la escuela Macuto y la escuela de arte y oficio Bolivia Tovar superan la matrícula de 600 estudiantes que tiene interés en formarse en un oficio. Para Luisa Brett, directora de la escuela Bolivia Tovar, ubicada en la Calle 19, entre Carreras 30 y 31, hay personas que ponen a un lado su profesión universitaria y se dedican a un oficio que les resulta más lucrativo.
La escuela Macuto tiene 63 años mientras que la Bolivia Tovar 79, tiempo en el que han formado a jóvenes y adultos en oficios que les permitirá obtener ingresos de forma independiente, sin importar la edad que tengan. El proceso de inscripción está abierto al público en general en cada una de sus sedes.