Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- El déficit de personal en el Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga de Barquisimeto desespera a los padres de los pacientes y reposa la carga asistencial para jefaturas, tal como lo confirma Elda Jiménez, presidenta del Colegio de Enfermeras de Lara, frente a una contingencia que obliga a resolver cuando se tienen más de 15 pacientes oncológicos a la espera de atención.
Señala que la situación es tan delicada y las madres se preocupan porque sus hijos necesitan la vigilancia en las quimioterapias, aplicación de la hidratación y monitoreo en el suministro de antibióticos. «La jefa de enfermería ha tenido que suplir y arriesgar su vida por la falta de protección», denuncia de la reacción que tardó varios días, al administrar tratamiento a pacientes oncológicos y presentar mareos, náuseas y dolor de cabeza a mediados de junio.
Una consecuencia de la preparación de los fármacos citostáticos, que se debe manipular con los guantes y totalmente cubierta. Resulta que el protocolo es tan exigente que debería cumplirse bajo una campana de flujo laminar para que absorba todos los gases microscópicos y demás partículas de los que pasan a ser desechos tóxicos. Bata manga larga, guantes, mascarillas, careta o lente asegurarían que no se inhale por las vías respiratorias y ni siquiera por la piel.
Jiménez señala que era tanta la presión, por lo que la enfermera tuvo que seguir trabajando con ese malestar y se extendió por dos días. Una acción para evitar más riesgos para los niños, porque los padres culpan directamente a este personal, muchas veces ignorando el déficit.
La procura de soluciones está en la solicitud de reunión con la autoridad regional sanitaria y hasta de abrir convocatorias más flexibles para el ingreso de personal en el pediátrico.