lunes, 9 junio 2025
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Instituciones han logran reinsertar al 19% de jóvenes limpiaparabrisas al sistema educativo

187 casos atendidos, llevan 35 en proceso de reinserción al sistema educativo (19,78%) durante el primer trimestre de 2025.

Niños y jóvenes limpiaparabrisas se ven con más frecuencia en algunos semáforos de Barquisimeto, la mayoría asume este oficio como el medio para llevar el sustento a su hogar. Algunos generan molestia en conductores, quienes se quejan porque hasta dos les llegan a prestar el servicio, pese a su negativa por falta de billetes de baja denominación para «colaborarles». De allí que varios entes de protección del Estado realizan esfuerzos con abordajes permanentes, y de 187 casos atendidos, llevan 35 en proceso de reinserción al sistema educativo (19,78%) durante el primer trimestre de 2025.

Dicho registro de la Sala Situacional de la Fundación «Jóvenes de la Patria» resume el trabajo que realizan junto al Instituto Autónomo Consejo Nacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (Idenna), Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de Iribarren (Cpnnai), Movimiento por la Paz y Vida, entre otros que sirven de apoyo para la formación vocacional y desde lo académico con ocho que retomaron sus estudios en la Misión Ribas, para culminar el bachillerato.

Tales abordajes son realizados de manera permanente en los puntos de mayor afluencia, tales como Pata ‘e Palo, avenidas Lara con Leones, Vargas con Venezuela, Venezuela con Bracamonte, Florencio Jiménez con La Salle y frente al cementerio nuevo, sin descartar algunos tramos de la Intercomunal de Cabudare.

Limpiaparabrisas reciben acompañamiento psicológico

Una de las principales reglas es acercarse con empatía y paciencia, sabiendo que la primera reacción puede ser evasiva, por temor a que les abran un procedimiento, pero les explican que sólo les tienen una propuesta para solventar su situación. Yrene Mendoza, directora de la Fundación «Jóvenes de la Patria», explica que la mayor incidencia está entre 19 a 33 años de edad, aplaudiendo que ocho de estos jóvenes retomaron sus estudios de secundaria y la mayoría que aceptó la reinserción, optó por la formación vocacional, aprendiendo un oficio como cocina, barbería, técnico en refrigeración, carpintería y sublimación.

Recuerda que como fundación tienen una experiencia desde 2006 con la atención biopsicosocial de personas vulnerables, atendiendo sus necesidades de salud, psicológico y social, con principal énfasis en que se reconozca el potencial interno y la posibilidad de tener la capacitación en el ámbito laboral, así como la seguridad de poder trabajar en sus propios emprendimientos. Además de contar con el apoyo directo de los programas del Movimiento por la Paz y Vida.

Elba Rodil, directora del Idenna, destaca que se abocan al trabajo mancomunado con el Plan Vulnerabilidad Cero que aplica el Estado, incluso con el acompañamiento psicológico y que también abarca la orientación en la crianza responsable a padres, cuando se trata de adolescentes expuestos al trabajo y a la deserción escolar. Además de reconocer los riesgos de exponerse a la adicción y que terminen necesitando un plan de recuperación.

Niños y jóvenes limpiaparabrisas se ven con más frecuencia en algunos semáforos de Barquisimeto, la mayoría asume este oficio como el medio para llevar el sustento a su hogar. Algunos generan molestia en conductores, quienes se quejan porque hasta dos les llegan a prestar el servicio, pese a su negativa por falta de billetes de baja denominación para "colaborarles". De allí que varios entes de protección del Estado realizan esfuerzos con abordajes permanentes, y de 187 casos atendidos, llevan 35 en proceso de reinserción al sistema educativo (19,78%) durante el primer trimestre de 2025.

Inmediatez

El sociólogo, Dioni Salas, dijo que muchas veces son jóvenes que viven el día a día obligados a la manutención de sus casas y debido a las dificultades que atraviesan, pueden caer en un estado permanente de resignación. El factor cultural también puede influir, porque generalmente han crecido con limitaciones económicas y tienen el riesgo de pocas expectativas de superación, viendo la oportunidad de estudio como una alternativa de largo plazo y que puede quitarle tiempo en este oficio a diario.

Resaltó que predomina la necesidad socioeconómica, debatiéndose entre la inmediatez por el ingreso y las posibilidades de otros proyectos personales. También pueden influir las condiciones de vida, cuando les ha tocado sobrevivir en un entorno agresivo y de pocas aspiraciones por alcanzar la calidad de vida.

Los rapiditeros (autos de 5 puestos) ya se han acostumbrado a la presencia de ellos —en su mayoría jóvenes—, debido a que dan varias vueltas durante el día y aseguran que unos tienen un trato cordial. Admiten que deben activar sus reflejos al máximo para estar alertas por las maniobras sorpresivas de motorizados, así como de algunos de ellos que echan a correr porque los segundos del semáforo no les fueron suficientes para subir a la isla (separador vial) o brincar a la acera. De hecho, lamentan que la tarde del pasado 12 de mayo falleció un señor limpiavidrios en la avenida Libertador con calle 42, al ser arrollado por una camioneta que presuntamente tuvo falla de frenos.

Niños y jóvenes limpiaparabrisas se ven con más frecuencia en algunos semáforos de Barquisimeto, la mayoría asume este oficio como el medio para llevar el sustento a su hogar. Algunos generan molestia en conductores, quienes se quejan porque hasta dos les llegan a prestar el servicio, pese a su negativa por falta de billetes de baja denominación para "colaborarles". De allí que varios entes de protección del Estado realizan esfuerzos con abordajes permanentes, y de 187 casos atendidos, llevan 35 en proceso de reinserción al sistema educativo (19,78%) durante el primer trimestre de 2025.

«Sabemos que venimos de una sociedad de escasos recursos y todos queremos surgir, por lo que entendemos que trabajan de esta manera para sobrevivir y poder cumplirle a la familia», señala Jesús Espinoza, un conductor de rapidito, quien explica que estos trabajadores informales deben estar más supervisados y organizados, incluso identificados con chalecos reflectivos para garantizar que los conductores los visualicen a distancia y así evitar accidentes viales.

Conductores también consideran que estos jóvenes deben tener un mejor trato, con un vocabulario más adecuado, lo que les podría abrir nuevas oportunidades de empleos como en jardinería, ayudante de albañilería, entre otros.

Algunos choferes de vehículos particulares y de transporte público están en desacuerdo conque algunos lanzan el líquido jabonoso a los carros y suelten la frase: «Dios bendice, lo que salga de tu corazón», lo cual aprecian como un servicio condicionado.

De hecho, Ricardo Romero, otro conductor de rapidito, a veces se siente mal por no tener billetes de baja denominación, ya que la mayoría de usuarios le cancelan el pasaje por pago móvil. A veces es un pasajero quien termina colaborando con el limpiaparabrisas.

Estos jóvenes pueden aspirar mejores condiciones, aceptando el apoyo de reinserción porque su vida no debería estar sometida a tantos riesgos.

Niños y jóvenes limpiaparabrisas se ven con más frecuencia en algunos semáforos de Barquisimeto, la mayoría asume este oficio como el medio para llevar el sustento a su hogar. Algunos generan molestia en conductores, quienes se quejan porque hasta dos les llegan a prestar el servicio, pese a su negativa por falta de billetes de baja denominación para "colaborarles". De allí que varios entes de protección del Estado realizan esfuerzos con abordajes permanentes, y de 187 casos atendidos, llevan 35 en proceso de reinserción al sistema educativo (19,78%) durante el primer trimestre de 2025.

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