Jesús Oviedo | LA PRENSA.- Por ahorrarse una platica o por innovación, estudiantes universitarios, empresas e instituciones públicas han migrado a la era digital con lo cual han desplazado a la tradicional impresora y recarga de cartuchos.
Los estudiantes de educación superior contaron que al entregar los trabajos de forma digital es más fácil el proceso. Miler Cordero, estudiante universitario, cuenta que antes imprimía con frecuencia pero ahora, tanto por los costos de impresiones como los de la recarga de cartuchos, lo hace cuando es necesario. Agrega que los profesores de su universidad le piden que envíe la mayoría de los trabajos por correo electrónico.
De verdad uno se ahorra mucho al mandar todo a través de internet”, expresó Cordero.
Otra estudiante, Kemberlyn Álvarez, contó que en su universidad igual les indican que las asignaciones sean enviadas vía web. “Por correo es mucho más barato”, acotó Álvarez. A las instituciones públicas también les ha tocado migrar a la digitalización para la gestión de procedimientos administrativos, entre estas se ubica el Hospital Universitario Dr. Luis Gómez López.
William Peroza, trabajador de este centro asistencial, cuenta que cada vez que necesita una constancia la solicita en el departamento de personal y luego de esto se la envían a un correo electrónico para que la imprima. “Cuando me mandan la constancia me voy a un cyber, pero me sale mínimo en 70 bolos cada hoja”, aclaró Peroza.
En el caso de las empresas privadas también tramitan documentos por internet, Antonio Moreno, empleado en una empresa del este, indica que para su seguro médico debe solicitar ordenes por una página web para imprimirlos y ser atendido.
Recargas merman
En el centro de la ciudad el precio de la recarga de un cartucho está entre los 600 y 800 bolívares sea de tinta negra o de colores. Juan Vargas, dueño del local Digi Copy en la carrera 29 con avenida Andrés Bello, señaló que las recargas han mermado y agregó que los estudiantes de las instituciones universitarias cercanas le han comentado que ahora envían todo digitalizado.
Ahorita hasta las impresiones salen poco, los profesores prefieren todo por correo”, dijo el entrevistado.
Mientras que el señor Jorge Cordero, quien tiene un local donde trabaja con recargas de cartuchos y mantenimiento de impresoras, informó que recarga entre cuatro y seis cartuchos por día. “El negocio ha estado flojo y ha caído mucho, eso es preocupante”, lamentó el comerciante, quien también dijo que el proceso de recarga debe ser muy cuidadoso porque se puede acortar la vida útil del mismo sino se manipula bien y se utilizan las tintas adecuadas.