William Croes | LA PRENSA.- Imaubar está metiendo a todos por el carril con la aplicación de la ordenanza de convivencia ciudadana. Centros comerciales, panaderías y restaurantes son los que están siendo supervisados con mayor rigurosidad y se les exige la habilitación de un espacio para la disposición final de los desechos sólidos.
“No queremos ser una institución que sea dura con las sanciones, las que hemos aplicado es luego de un par de advertencias y por ver que no tenían disposición a colaborar”, explica Miguel Rojas, presidente de Imaubar, quien además ha logrado que 160 comercios firmen actas de compromiso para habilitar los respectivos cuartos de basura y así se facilite la recolección final.