El día de hoy la Iglesia católica conmemora la Ascensión del Señor, una fecha que invita a la humanidad a vivir con fe, practicando la caridad y la solidaridad. Este evento, que marca la subida de Jesús al cielo, se interpreta como la exaltación de la victoria divina y un llamado a sembrar la paz en el mundo.
Así lo recuerda Rafael Loyo, párroco de la iglesia Santa Cruz, quien considera esta festividad como un momento de preparación espiritual. Al igual que los apóstoles, y reflejado en cada persona a través del sacramento del bautismo, se nos insta a dar testimonio de la Palabra de Dios, actuar con buenas intenciones y confiar siempre en la infinita misericordia del Creador.


La Ascensión del Señor es una celebración de fe
El párroco Loyo relaciona la Ascensión con la fiesta del Espíritu Santo, cuya importancia se resalta al rezar el credo. Esta conexión subraya la razón del ascenso de Jesús al cielo. «De ahí la relevancia de la consagración bautismal, pues es el primer paso de una misión orientada hacia el reino de Dios», dice.
Añade que esto es significativo, siempre y cuando se tenga conciencia de su significado puro y se esté dispuesto a hacer el bien a todos. Loyo enfatiza que la Ascensión es un momento recordado durante los domingos de Pascua, simbolizando el regreso de Jesús junto a su Padre Celestial.