Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- «¡Se fue la Semana Santa y dejó la lluvia!», era la impresión de varias personas en el centro de Barquisimeto, quienes salieron a trabajar con sus paraguas en mano y así resguardarse de las precipitaciones. Pocos estuvieron desprevenidos e improvisaron con sus chaquetas, pero conscientes que deben adquirirlos a un precio que se estima entre Bs. 12 y aquellos clásicos en $4 con mayor área de protección.
En ese mosaico de modelos, estaba el señor Víctor Machado con su paraguas de color desteñido. «Tiene mucho tiempo conmigo y hoy tocó desempolvarlo», admite de este recurso que le sirvió para cubrirse de los inclementes rayos ultravioletas, pero que en cuestión de pocos días le tocaba salir a trabajar desafiando la velocidad de la lluvia.
Serena y tranquila, así aprecia Iván Ramírez la lluvia mientras vende su mercancía en la carrera 21. Sólo busca su chaqueta con capucha y así se ahorra ese gasto, además de interrumpir su paso acelerado para escampar bajo los techos salientes de algunos establecimientos.
La responsabilidad y necesidad de trabajar les llama a diario, estando conscientes del riesgo de sufrir algún resfriado, por lo que Rosaura López siempre mantiene el paraguas en su cartera. «No tengo un poncho porque no he podido comprármelo», confiesa y hasta sería capaz de usar botas plásticas para cubrirse los pies. Sonríe y señala que se cubre casi todo el cuerpo, pero los zapatos quedan emparamados en cada paso y al cruzar esas calles que terminan como afluentes con corrientes.
Con este mes de abril de lluvias, no se tiene más opción que buscar la protección.