Ana Uzcategui | LA PRENSA de Lara.- Venezuela registra la peor crisis económica y alimentaria de la historia, según lo refleja el informe presentado por la alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, que revela que la mayoría de la población está sometida a un salario mínimo, equivalente a poder adquirir solo cuatros productos básicos al mes. El documento señala que 3.7 millones de ciudadanos están desnutridos, basándose en datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
El economista Gerardo Álvarez explica que tal documento, aunque contundente, se queda corto para reseñar la crisis económica que ha llevado a más del 70 % de la población, (20 millones de personas aproximadamente), a vivir en pobreza extrema y a más de cuatro millones de venezolanos a migrar. «El país vive un colapso económico similar al registrado en la época de la independencia o la Guerra Federal. Todas las variables macroeconómicas han tenido un comportamiento negativo y la situación se ha agravado en los últimos 20 meses como consecuencia de la hiperinflación y las erradas políticas del gobierno», mencionó.
Precisó que hay una caída del Producto Interno Bruto consecutiva desde el 2013 hasta el último trimestre de 2018 en 47,7 %, según el Banco Central de Venezuela, y si a eso se le suma las estimaciones de la Asamblea Nacional que ubican la reducción de la economía en 25 % para este año, Álvarez considera que en diciembre la economía habrá disminuido un 72 %. «Será el mismo nivel de hace 80 años, cuando Venezuela contaba tan solo con tres millones de habitantes», destacó el especialista.
Manifestó que el segundo factor que evidencia el colapso económico es la disminución de la producción petrolera. «De cada 100 dólares que ingresan a la nación, 96 provienen de las ventas del petróleo, pero el Gobierno ha acabado con Pdvsa, porque no contrata personal calificado, no adquiere equipos avanzados ni ejecuta los mantenimientos necesarios para la industria», dijo.
La producción de crudo va en picada, de tres millones 300 mil barriles que producía el país diariamente en 1998, en la actualidad solo produce 400 mil barriles diarios, lo que equivale a una reducción del 89 % de la producción petrolera. «Ya no cumplimos ni los estándares mínimos para ser miembros de la OPEP, y a esa producción hay que descontarle al menos 100 mil barriles que el Estado subsidia a países del Caricom y regala a Cuba», señaló.
Hizo referencia a la caída del poder adquisitivo o al consumo, que se ubica en un 70 %. «Hay una carrera constante entre los precios y el ingreso, que siempre termina ganando los precios de manera exponencial en el mercado«, aseguró. Mencionó que aunque el gobierno ha flexibilizado el control cambiario y permite importar productos a dólar paralelo, los anaqueles están llenos de alimentos, pero con un valor inaccesible para la mayoría de ciudadanos. «Hemos regresado a la economía de puertos y están intentando convertir al país en una gigantesca quincalla», comunicó.