Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- «Nooooo y, ¿para qué votar?», fue la expresión con desánimo de Joel Sivira, quien amaneció este domingo en cola con la esperanza de surtir gasolina en una estación al este de Barquisimeto. Esa manera de pensar fue compartida por la mayoría de los conductores. Veían con desconfianza el sufragio parlamentario y no querían ser cómplice de lo que consideran un fraude y prefirieron hacer cola por gasolina.
Dicho testimonio lo confirmó Mery González, al señalar «acá llegó la gasolina y para qué legalizar ese fraude». Interrumpió en tono de molestia, con la resignación de que «igualito el gobierno legalizará su Asamblea Nacional». A esta señora jubilada quitado la cédula de identidad para garantizar el cupo en la bomba.
Este panorama se repitió en estaciones de servicio que tenían combustible y otras donde se había prometido que llegaría la gandola. El perder la fe en los procesos electorales impulsó a conductores a preferir pasar horas en las cola de las estaciones de servicios que ir a los centros de votación.
Con un número 90, visible en el parabrisas del carro de Miguel Toledo. Solo admitía que su prioridad era equipar y repetía: «primero, es el combustible». No soportaba tanto esfuerzo, porque le ha tocado resolver comprando gasolina bachaqueada o rendir los 30 litros que permiten surtir.
El equipo de LA PRENSA recorrió el centro y la mayoría de las estaciones estaban desoladas. Varios metros de la avenida Lara tenía vehículos numerados que casi llegaba a 600.