María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA.- Cada gota que caía era su salvación. Así estaban ayer los vecinos de El Garabatal quienes tenían sus tanques y tobos llenándose con el agua de la lluvia.
Ellos dicen que son por lo menos unos cinco meses que están sin el servicio de agua por tubería. Pasan mucho trabajo porque las cisternas casi no se ven por la zona, por lo que cada vez que llueve ellos aprovechan de llenar todo lo que tienen a su alcance para guardar para unos días.
Ayer, el señor Ramón Pérez tenía en todo el frente de su casa dos tobos que se iban llenando poco a poco con la lluvia, mientras que luego los iba vaciando a dos tanques que tenía en el garaje, pues la ausencia del agua ya los tienen desesperados.
En La Carucieña, Lomas de León y demás comunidades vecinas también están en las mismas, muchos en la zona tenían llenando pipas y tobos para poder resolver aunque sea un día.
«Por aquí no nos pasa ni una cisterna a pesar que uno les dice que nos colabore» dijo José Tovar, quien vive en El Garabatal, pues aseguró que no es posible que el gobierno regional los tenga así de abandonados y tengan que depender de una lluvia para poder recoger agua o comprarla.
Adicional a eso, durante la lluvia de ayer, las personas también aprovecharon de limpiar el frente de sus casas. En algunas comunidades se podía ver como el agua corría por las calles.
Quienes se encontraban en la calle trabajando, se resguardan en algunas paradas para no mojarse con la lluvia, mientras que otros sacaron sus paraguas y se dispusieron a caminar hacia sus destinos.