Osman Rojas | LA PRENSA.- Su rostro refleja vergüenza, rabia y dolor. Durante la entrevista no puede aguantar el llanto y limpiandose el rostro con su mano saca fuerza para serenar su voz y pedir ayuda.
“Que me den comida porque no tengo nada”, es la suplica que hace la mujer cuando el reportero pregunta por el llamado que le hace a las autoridades gubernamentales. Esta desgarradora imagen está en youtube y se hizo viral en pocas horas.
El testimonio sale del Hospital Pediátrico Agustín Zubillagas pero puede ser enmarcado perfectamente en cualquier contexto nacional y es que, según los observadores de la salud en Venezuela el 40% de la población infantil presenta algún cuadro de malnutrición.
“Uno va a cualquier barrio y ve a los niños con la barrigota pero no es por obesidad es por parásitos. Que nadie diga en Venezuela que los pequeños no pasan hambre, aquí los niños son una víctima más de la nefasta gestión de este gobierno”, dijo con indignación el epidemiólogo César Ribas, coordinador del grupo médico Lara Entera por la Salud.
El especialista asegura que la improvisación alimenticia llevó a los venezolanos a este terreno. Depender únicamente de las bolsas clap para poder comer trae grandes consecuencias a la salud, especialmente en los niños que requieren de vitaminas, proteínas y minerales que le permitan desarrollarse.
“Los niños comen y matan el hambre pero más nada. Pasta todos los días, arroz todos los días es una aberración total. Revisemos las cajas del clap y analicemos con detalle cada producto. No hay alimentos para bebés, no hay fórmulas. El Gobierno sólo quiere calmar el hambre de un pueblo pero más nada”, sentencia el especialista.
Ribas sustenta sus palabras con las estadísticas que maneja el hospital pediátrico. Jorge Gaiti, director de la institución, ha denunciado en reiteradas ocasiones que cerca del 25% de los pacientes que ingresan a la institución están desnutrido.
«Lo vemos con mucha frecuencia y nos preocupa porque cada vez es más alta la cifra”, comentó Gaiti.
La dificultad para adquirir alimentos es la justificación que dan los especialistas a la hora de explicar este fenómeno. “La gente no tiene que comer”, analizan.