Los fuegos artificiales durante la época decembrina son una «diversión» cuestionada por especialistas, por los riesgos de exponer a los demás a sufrir afección respiratoria. Lo consideran como el peligro latente para personas alérgicas, siendo vulnerables a irritación de la garganta y daños en los bronquios o los pulmones. Además de lesiones por quemaduras, por su inadecuada manipulación.
La liberación de micropartículas de la pólvora que expulsan los fuegos artificiales es tan potente que inmediatamente a la explosión, se expande una densa nube de humo blanco de olor penetrante. Jesús Torrealba cuenta que lo sufrió tras culminar la última misa de aguinaldos de la novena de navidad en la iglesia. Ni siquiera él los estaba explotando, pero al inhalar sintió piquiña en la garganta y se trataba de una irritación que le afectó cuerdas vocales, así como vías respiratorias. Estuvo afónico durante dos días.
«Es un tema de conciencia colectiva y que esta mal llamada diversión no siga afectando con dificultad en cuadros respiratorios y lesiones en niños que terminen en amputaciones», señaló la neumólogo, María Gabriela Ghini, advirtiendo el riesgo de exponerse directamente. Además que durante la época decembrina hay incidencia de cuadros virales por influenza y rinovirus, debido a cambios de temperatura.
Especialistas explican los daños que ocasionan los fuegos artificiales
La doctora, Luzmila Leal, lamenta el daño más fuerte en personas alérgicas, sufriendo al instante la inflamación de laringe e irritación con molestia en la garganta. Son pacientes con dificultad respiratoria y se asfixian. También es detonante de crisis en asmáticos, además de tos intensa que amerita nebulización y expectorante.
Los bronquios son los principales afectados y sufren cuadros de disnea aguda con tanta desesperación que amerita tratamiento durante varios días.
La doctora, Deyanira Gentile, recomienda la protección con el tapabocas y así evitar inhalar la nube de humo que hace más daño si hay alergias, sinusitis, asma y secuelas por covid-19.
Los especialistas sugieren mayor supervisión de los padres ante hijos que no saben manipular los fuegos artificiales y pueden sufrir lesiones en la vista o quemaduras severas con pérdidas de extremidades superiores.