El cáncer gastrointestinal llama la atención de especialistas, debido a que los de colon y estómago figuran entre los más frecuentes. Consideran que se trata de la presencia silenciosa y con el riesgo de pasar desapercibido si el médico desconoce los principales síntomas de alerta para referir al oncólogo. Otra agravante es que el paciente no le da la debida importancia y suele confundir su malestar con una simple gastritis mientras se desarrolla un estadio avanzado y el peligro de muerte.
Son advertencias que se fundamentan en el balance de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV) de 2024, en el que se especifica que el cáncer colorrectal en hombres está en el quinto lugar de incidencia con 14,92%, mientras que en las féminas tiene una ligera diferencia de 14,07 por cada 100 mil habitantes. Es una enfermedad que puede ser tan agresiva que suele empezar por pérdida de peso, dolor abdominal, desajustes como diarrea o estreñimiento, además de sangrados en heces.
El primer sitial fue para el cáncer de próstata y le seguían el de mama en mujeres, de cuello uterino y pulmón.
Cáncer de estómago: expertos advierten riesgo de complicación, por desconocimiento
Por ese motivo, el doctor Fernando Gómez, directivo de la Sociedad Anticancerosa en Barquisimeto, precisa que todo el personal médico debe conocer los últimos avances en materia de oncología y entender que el cáncer de estómago es un riesgo latente. «Es muy importante, porque se puede estar frente a un paciente que ha esperado cierto tiempo para acudir a una cita y quizás se decidió hacerlo por lo insoportable del ardor estomacal que pensaba como algo pasajero», señala en torno a las sospechas que se pueden despertar en el esófago, páncreas, hígado o vías biliares.
Con esa intención fue que el doctor Néstor Ortega precisó lo pertinente de la realización de las II Jornadas Científicas de Oncología, para la actualización permanente del personal. Reconoce que durante el pregrado los médicos residentes no reciben ni siquiera los aspectos básicos de oncología. «Hay que estar consciente de la importancia de educar en todo momento al médico, porque el cáncer en general es la segunda causa de muerte», precisa de lo necesario que es conocer esta enfermedad.
Siempre insisten en que tras una minuciosa evaluación, se debe pensar en la posibilidad de cáncer y evitar indicar un tratamiento que solo puede calmar un dolor por determinado tiempo, pero los síntomas se continúan manifestando y la enfermedad avance. «¿Cómo es posible que se tengan algunos casos que sin el debido diagnóstico, casi que directamente, se asocia el sangrado rectal con hemorroides, cuando se puede estar frente al cáncer de colon o de recto?», se pregunta el especialista y lo califica como una irresponsabilidad.
Los especialistas no tienen una fórmula exacta, todo es en función de la clínica de cada paciente, por lo que la experiencia y las dudas sobre si se trata de cáncer, se pueden empezar a descifrar con las debidas indicaciones de exámenes, siendo los más comunes la endoscopia, con la introducción de un tubo fino y flexible por la garganta, para tener un estudio más preciso del aparato digestivo. Se puede visualizar el tumor y tomar la muestra para hacer la biopsia que determina si es benigno o maligno, así como determinar la posibilidad de intervención quirúrgica y reducir el peligro de metástasis, ese momento en que el cáncer se disemina por alrededor del tumor o afecta otros órganos.


Otro aliado puede ser la radiología para especificar las posibilidades en tórax o abdomen. De tales resultados, dependerá la necesidad de realizar una resonancia magnética.
Señala Ortega que dependiendo de su conocimiento, el médico puede indicar los exámenes apropiados, sin desestimar la importancia del interrogatorio al paciente, cuyas respuestas serían tan detalladas que terminan siendo corroboradas con los resultados de los estudios.
Tal cuestionario le permite conocer los hábitos alimenticios del paciente, en los que el abuso del consumo de grasas puede ser decisivo, la amenaza por la influencia de la bacteria Helicobacter pylori que afecta el estómago, secuelas del Virus de Papiloma Humano (VPH) con más incidencia en el recto y las altas probabilidad de antecedentes familiares cercanos para padecer cáncer de colon.

