Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Las proyecciones de economistas desestiman la recuperación para este tercer trimestre de 2023, sin políticas que incentiven la inversión, con la población sin recursos para consumir y rumbo a la recesión en el país. Temen una mayor caída en la producción de bienes y servicios, incremento de inflación y el deterioro de la condición de vida de los venezolanos.Para el economista Naudy Pereira, es muy difícil levantarse sin la base de políticas fiscales y cambiarias, entre otras que permitan el incremento de la inversión privada. Sólo este escenario permitiría más posibilidad de empleo, bajar la inflación, así como diversificar la importación y exportación.
«Venezuela va rumbo a la recesión económica y que empieza por la caída del Producto Interno Bruto (PIB)», lamenta las principales consecuencias que pueden generar escasez y aumento de precios de productos. La amenaza de la inflación que seguirá afectando y destruyendo el poder adquisitivo del bolívar.
También advierte el descenso en la demanda agregada, a partir de los dañ;os al consumo total de la economía de los habitantes, así como de la inversión pública y privada, que implicaría mejoras en vialidad, en servicios públicos, maquinaría y la activación de la capacidad instalada en las empresas. Además de las consecuencias en la caída de exportación petrolera y no petrolera.
El análisis del economista Dilio Hernández también coincide con la desaceleración de la economía que impide proyecciones de crecimiento. «Necesitamos una reactivación con gente que disponga de recursos para consumir», explica y lamenta que ni siquiera los bonos permiten ahorrar.
Precisa la necesidad de la inversión pública para mejoras de servicios públicos y que se mejore la producción petrolera, a sabiendas de que no se trata de una salida a corto plazo. Se necesita un ambiente de confianza.