Isabella Delgado | LA PRENSA.- El destino del pasaje estudiantil es una gran incógnita. En noviembre, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas anunció la exoneración del pasaje hasta el 31 de diciembre mientras se ultimaban detalles para la transición entre el sistema de tarjeteros al biométrico, pero van cinco días del año y no han anunciado prórroga o nuevos pasos a seguir.
La desinformación y la incertidumbre reinan entre el estudiantado y su dirigencia. Desconocen si la Fundación Fondo Nacional de Transporte Urbano (Fontur) tiene listas nuevas tarjetas y si garantizarán la exoneración hasta la llegada del sistema biométrico.
“Estamos a la deriva, como el mismo país. El año pasado se dieron reuniones en Caracas, pero no se supo más nada”, comentó Karen Parra, presidenta del Centro de Estudiantes del Decanato de Ciencias de la Salud de la Universidad Lisandro Alvarado (UCLA).
Se visitó la sede de Fontur en busca de información oficial, pero no fue suministrada. Tanto en la página web del Ministerio, en la de la fundación como en la cuenta de Twitter del ministro Ricardo Molina hay mutismo sobre el tema.
Estudiantes consultados resaltaron que sus tarjetas estudiantiles, requisito para abordar las unidades y disfrutar de la exoneración, ya no están siendo aceptadas por algunos transportistas. “He tenido que pagar mi pasaje este año. Antes ya no me la aceptaban, pero ahora más”, aseguró Deiver Moreno, estudiante de educación media de 14 años.
Además destacaron que han tenido inconvenientes con el Registro Nacional de Estudiantes, futura base de datos del nuevo sistema de cobro del pasaje estudiantil. “Duramos dos días para registrar a mi hijo. El sistema está muy malo”, comentó Denny Rodríguez, consultada. Dirigentes estudiantiles confirmaron que las fallas han sido generalizadas.