Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Los trastornos mentales han aumentado, tanto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que afecta a uno de cada siete adolescentes y también a estudiantes universitarios del área de la salud. Ansiedad y depresión son los síntomas de alarma que hay que atender para evitar que tengan desenlaces trágicos que puedan llegar al suicidio.
Tal argumento sustenta el ciclo de conferencias que promueven la salud mental desde estudiantes de la asignatura Psicología Médica, debido a la vulnerabilidad poscovid-19 y que también afecta a la comunidad estudiantil de Medicina y Enfermería de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA). Una invitación que también deja abierta a la población en general para frenar los daños de esta inestabilidad emocional de estos tiempos.
Según Abisaí Hernández, jefa del Departamento de Ciencias de la Conducta del Decanato de Ciencias de la Salud, la preocupación está latente por el impacto de la salud mental entre la comunidad universitaria de origen multifactorial. Hablan de personalidades consumidas en la lucha por adaptarse a las exigencias de la cotidianidad.
Lo importante es salir del período inicial de negación del trastorno, a través de la consulta especializada y que facilite la orientación para el acompañamiento del joven en este proceso. Evitar llegar a enfermedades, cuyo deterioro provoque la idea suicida.
«Hay datos que llevan al análisis al saber que uno de cada siete adolescentes lucha por la estabilidad de la salud mental y que el suicidio es la cuarta causa de muerte», advierte de la carga que pueda ser insoportable para los jóvenes ante la responsabilidad de la preparación académica junto a la presión socioeconómica que les impide la calidad de vida.
El testimonio de Guillermo Bervíns, médico salubrista y docente universitario, recordó la importancia de esa valentía para sobreponerse a la adversidad. Un especialista que superó su estado cuadrapléjico para graduarse en Medicina y es la muestra de firmeza para la superación de obstáculos.
«La dificultad y adversidad marcan la dinámica del estado de ánimo. Lo debemos superar con herramientas que nos den fortaleza», manifiesta el doctor ante el peligro de que la situación emocional se salga de control. Destaca la resiliencia y pertinencia del apoyo familiar.