Sequera/Rodríguez | LA PRENSA.- Jesús Caballero va montado en su Hyundai Accent mientras circula por la carrera 18. Necesita realizar varias diligencias en el centro por lo que se para en un estacionamiento en la esquina de la calle 24 para averiguar cuanto le cobraban por el resguardo de su vehículo.
“Son 6 mil bolívares en efectivo amigo”, le dice el encargado del estacionamiento. Caballero revisa su cartera y ve que apenas tiene 2 mil 500 bolívares. Se fue de allí y no tuvo de otra que dejar su carro en plena calle mientras un parquero informal le “echaba un ojo al carro”.
Tal como Jesús, muchos guaros están dejando de entrar en los estacionamientos privados y terrenos baldíos por la falta de efectivo o el bajo de número de puntos de ventas, pues el hecho de pagar una sola hora de resguardo es una odisea.
Por ejemplo, en terrenos baldíos -como los ubicados en la carrera 18 y la zona del casco histórico de Barquisimeto-, el monto ronda los 5 mil bolívares (siempre en efectivo).
En los no estructurales y los estructurales no mecánicos -clínicas y centros comerciales- la cifra asciende hasta los 70 mil. Allí se puede pagar con transferencia o punto de venta pero las colas suelen ser kilométricas.
Por eso es usual ver en avenidas como la 20 y la Vargas o alrededores de centros comerciales como las Trinitarias, Sambil, Babilon, Metrópolis y París ver filas de carros pegados a la acera, cuyos dueños se niegan a gastar lo que consideran “excesivas cantidades” por un rato de estacionamiento.
“Quizás sea un poco más inseguro dejar un carro en plena calle pero ahora la plata no rinda y dejar 50 mil bolívares me parece que es un monto muy exagerado”, comenta el trabajador Joan Túa desde la acera del centro comercial Babilon.
De acuerdo a Alexis Meléndez, quien fue miembro de Asociación Nacional de Propietarios y Administradores de Garajes y Estacionamientos (Anpage) asevera que la tarifa plana existe porque desde hace más de 3 años, no se ha actualizado una providencia emitida por la Superintendencia de los Derechos Socio Económicos.
“Allí se asienta que cualquiera de las tres tipos de estacionamientos que existen (estructurales, no estructurales y los terrenos descubiertos) la tarifa de pasaje para carros no llega a 10 bolívares por hora cuando sólo emitir el ticket de pago cuesta 8 mil bolívares”, rezonga al explicar el porque se usa la tarifa plana.
Los altos montos de las tarifas y la dificultad para encontrar el efectivo, hace que los pagos por transferencia y punto de venta se hayan vuelto cotidianos. Javier De León, miembro activo de Anpage y actual regente del estacionamiento del centro comercial Sambil comentó que hasta diciembre vivieron las de Caín porque sólo tenían un solo punto.
“Afortunadamente se realizó la gestión con el banco y se logró conseguir un segundo punto de venta”, revela a la vez que confirma una baja en la entrada de vehículos en los estacionamientos, pues el año pasado de manera diaria ingresaban 6 mil carros al Sambil y este año el promedio va entre 2 mil y 2 mil 500.
Admite que el cobro de la tarifa mínima dependerá del número de puestos disponibles, la cantidad de personal que se tenga y los equipos electrónicos con los que se trabaje.
Full anarquía en la 20
El boulevard de La 20 debería funcionar como canal de servicio únicamente para Transbarca, pero conductores estacionan allí mientras hacen sus compras.
Aunque existen muchos estacionamientos en los alrededores del centro, choferes prefieren parar sus carros en plena calle.
“No respetan, quienes se detienen allí se atraviesan y el transbarca a veces ni llega a la parada porque están atravesados”, sentenció el buhonero José Navas, quien es testigo de la anarquía que allí se vive.