Fachadas decoloradas, sin friso, baterías de baño dañadas, espacios inhabilitados por techos caídos y jardines llenos de monte son algunas de las situaciones adversas con las cuales los estudiantes de primaria y bachillerato iniciarán el año escolar 2024 – 2025 en el estado Lara.
Desde el pasado 16 de septiembre, el personal directivo, docente, obrero y administrativo se reincorporó a sus actividades, tiempo en el cual, además de recibir los lineamientos de la Zona Educativa de Lara para este nuevo período académico se esperaba que estuvieran evaluando las restauraciones de los planteles; sin embargo, más del 80% de las infraestructuras se quedaron sin reparar y deben conformarse con la limpieza que pueda hacer el personal obrero.
Para Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores del estado Lara, menos de un 20% de las casas de estudios fueron atendidas por el Gobierno como corresponde, de acuerdo a sus necesidades. Durante noviembre del año 2023, Arroyo hizo referencia a una situación similar, para esa fecha las instalaciones educativas en la entidad estaban en situación precaria, con más de un 60% de daños en las edificaciones. En la actualidad, el deterioro es de por lo menos 20% más que al inicio del lapso escolar 23-24.
Según los anuncios emitidos por el gobernador de Lara, Adolfo Pereira, quien aseguró que en la entidad de las 2.056 instituciones que hay fueron intervenidas con mejoras 360 en diferentes municipios, de las cuales 44 recibieron atención completa, esto tan sólo representa el 17,5% de los centros educativos. Tales restauraciones las ejecutaron integrantes de las Brigadas Comunitarias Militares para la Educación y la Salud (Bricomiles).
Mientras un liceo de gran matrícula en Barquisimeto, como es la Escuela Técnica Comercial Eliodoro Pineda, al lado del CC Arca, con más de 1200 estudiantes, se quedó esperando por las reparaciones que ya habían sido notificadas e inspecciones cumplidas como antesala a lo que serían los trabajos de mejoras. No les queda otra opción que arrancar las actividades académicas con la oficina de la Dirección clausurada por el deterioro del techo, caídas de la estructura de la parte superior que han dejado huellas en el piso y salones de clases clausurados desde el año pasado.
Según se pudo conocer, de manera extraoficial, durante el período escolar pasado de las seis salas de baño que hay en la institución sólo funcionaba una, en la planta baja, de caballeros, por lo que las obreras debían turnarse para impedir que los muchachos entraran y así darle tiempo a las estudiantes que hicieran sus necesidades en el baño de los varones.
Luego de las quejas de los padres y representantes se activó la Resolución 058 del Ministerio de Educación que permite crear el Consejo Educativo de cada plantel, conformado por quienes representan a los alumnos para ejecutar proyectos, dependiendo de las necesidades y de sus posibilidades. Fue así como solicitaron los recursos necesarios para solventar esta necesidad y lograron habilitar el baño de las damas en planta baja. Es decir, que únicamente la planta baja tiene baños, una sala de niñas y otra de varones.
Pero la Escuela Técnica Eliodoro Pineda no es la única casa de estudios con necesidades, y es que al transitar por Barquisimeto se puede observar con facilidad las condiciones en las que se encuentran instituciones, como la Escuela Técnica Industrial Pedro León Torres y la Unidad Educativa Nacional Miguel José Sanz, ambas en la avenida Libertador; la Escuela Técnica Industrial Lara, en la carrera 31 entre calles 33 y 34, infraestructura que además de friso y pintura necesita mantenimiento de pisos, desmalezamiento y poda de los árboles, cuyas raíces dañan la cerca perimetral y obstruyen las cloacas.
Cuestionan apoyo gubernamental de Lara
A pesar de los anuncios de los entes gubernamentales sobre reparaciones de planteles educativos en el estado Lara, hasta la fecha, los sindicatos y organizaciones que monitorean las condiciones educativas en la entidad dicen que no hay pruebas reales de las mejoras. En algunas instituciones han desmalezado las áreas verdes o pintado las fachadas, pero los daños mayores se mantienen, como falta de agua por tuberías, falla en baterías de baños, techos que se caen, pisos dañados. Para Natalia Reverón, representante de la Federación Nacional de Sociedades de Padres y Representantes (Fenasopadres) en Lara, es mucho más visible el deterioro de los centros educativos que las reparaciones, por lo que en las condiciones en las que iniciarán los estudiantes del sector público en Lara no son las ideales.
Sin embargo, para el profesor Rosti Fader, director del Liceo Zarina de Asuaje, ubicado hacia el oeste de la ciudad, esperar porque el Ejecutivo resuelva los problemas del liceo no es una opción. Las fallas en la infraestructura han estado presentes desde que asumió el cargo hace cuatro años.
Asegura que se han realizado las solicitudes a las instancias correspondientes, pero hasta las fecha no ha recibido respuesta, razón por la cual ha buscado las opciones que le brinda la ley para garantizar mejoras a la institución como, por ejemplo, del artículo 13 de la Ley de Educación, en la que se establece que se debe cumplir con el servicio comunitario en beneficio de su comunidad y la Resolución 058 que permite a la comunidad educativa diagnosticar el problema, hacer una propuesta y resolverla a través de colaboraciones por parte de los padres y representantes.
Esto le ha permitido a Fader dirigir un liceo en el cual los 749 estudiantes tengan pupitres donde sentarse durante sus clases, los 24 salones tengan sus puertas con seguro y que hasta la filtración que tenían en el techo fuese solventada, y aunque luego de que se solicitan las colaboraciones lo han acusado de malversación de fondos está tranquilo, porque los representantes son los garantes de que el dinero solicitado sea invertido en las necesidades de la institución.
Considera que a pesar de que el mantenimiento de la infraestructura educativa es responsabilidad del Ejecutivo, considera que el venezolano no debe esperar que el Gobierno cubra todas las necesidades; si bien es cierto que la educación es pública en el país, no sería justo que una institución educativa se caiga por esperar los recursos del Estado.
En Barquisimeto sólo hay dos liceos en los cuales las reparaciones son evidentes, el Liceo Lisandro Alvarado, institución que tiene 189 años, fue incluida en el Catálogo de Patrimonio Cultural Venezolano en el 2004 y en 2018, por su 183 aniversario la gobernadora Carmen Meléndez lo nombró Patrimonio Cultural del estado Lara como bien intangible.
Aunque no se pudo conocer cuáles son las reparaciones que le están haciendo, el cambio es notable. El otro es el Liceo Rafael Monasterios, con 37 años, de los cuales 10 tenía esperando por la atención del Estado, pero a mediados de julio cuando el viceministro de Obras Públicas, Juan José Ramírez hizo una inspección y conoció las fallas de la institución, y con el respaldo de las madrina de Lara, Delcy Rodríguez se concretaron las mejoras. El proyecto incluye impermeabilización de 1.650 metros del techo, sustitución de las baterías de baño en los tres niveles de la edificación, cambio del cableado eléctrico, bombillos, cerca perimetral y pintura.