Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- Aunque Nicolás Maduro informara que ayer inició el año escolar y que las escuelas y liceos debían estar listas para abrir sus puertas el próximo 5 de octubre y recibir a estudiantes y representantes que requieran orientación pedagógica durante las semanas de flexibilización de la cuarentena, la realidad es que en Lara, muy pocos planteles educativos públicos iniciaron operativos de limpieza para adecuar estos espacios a las medidas de prevención contra el coronavirus.
Las instituciones lucen en precarias condiciones luego de estar seis meses cerradas, la mayoría estaban con candados en sus puertas y sin personal que ofreciera alguna información, incluso muchas como la Unidad Educativa Stella Cechini, ubicada en el sector La Estación del municipio Iribarren, carecen hasta de vigilantes. Sólo un letrero en la entrada principal notificaba que las inscripciones fueron el pasado 27 de julio en este plantel.
En el Liceo Lisandro Alvarado, con 184 años de vigencia, se vieron algunos bedeles intentando sacar el polvo de los pasillos, «Muy pocos docentes vinieron a acordar la metodología de trabajo para las clases a distancia«, indicó uno de los trabajadores que prefirió no identificarse. Contó que esta institución ha sido robada en varias ocasiones, y que no cuentan ni siquiera con computadoras tan necesarias para orientar a estudiantes o padres con las asignaciones académicas. Según informó el gobierno nacional los alumnos de primero a quinto año de bachillerato arrancarán clases el primero de octubre.
En la escuela Ciudad Bolívar sus docentes denunciaron que no contaban con agua potable y que el tanque de la institución estaba averiado. «Aceptar la presencia de niños en estas condiciones es un riesgo muy grande», denunció un educador a LA PRENSA, y resaltó que la institución cuenta con 30 obreros aproximadamente, pero sólo acudieron a trabajar 15 que no tenían guantes ni desinfectantes para limpiar bien las áreas principales. Esta institución tiene una matrícula de 600 alumnos aproximadamente.
La escuela José Gil Fortoul ubicada en la carrera 17 con calle 53 también permaneció cerrada, habitantes del sector comentaron que en este primer día de año escolar ningún trabajador se había acercado en horas de la mañana, la cancha de usos múltiples está llena de maleza, así como las entradas al lugar. En la Unidad Educativa Costa Rica, el poco personal de limpieza que acudió a laborar acondicionaban los salones. El liceo Ezequiel Bujanda en la calle 50 con avenida San Vicente también fue otra de las instituciones educativas que permaneció cerrada.