Osman Rojas | LA PRENSA.- Con su pequeño hijo de siete meses en brazos, acompañada de su madre y recorriendo todas las farmacias del centro, Vannesa Durán busca salbutamol para tratar a su niño. El infante amaneció con dificultad para respirar la mañana de este lunes y luego de ser llevado a consulta, el pediatra le pidió a la madre que lo nebulizara en casa.
“He caminado por todos lados y en ninguna parte consigo el medicamento. Los farmacéuticos me dicen que eso está muy difícil de conseguir y más me desespero, esta situación es increíble, es una pesadilla lo que estamos viviendo”, contó molesta la madre del pequeño segundos antes de continuar su peregrinaje por las farmacias de la ciudad.
Jorge Gaiti, director del hospital pediátrico, no ocultó el problema que hay actualmente con los broncodilatadores y se mostró alarmado con la escasez y es que, a juicio del especialista, la apatía que muestra el Gobierno nacional pone en riesgo la vida de los más pequeños.
“Nosotros lo vivimos diariamente en el pediátrico. Con preocupación vemos cómo suministran con retardos las soluciones para poner a funcionar las máquinas de nebulización y eso afecta a los niños. Muchos de los pacientes que nos llegan a la institución lo hacen con cuadros asmáticos severos y un niño que no sea tratado a tiempo puede morir con una neumonía”, aseveró Gaiti.
Honorio Meléndez, auxiliar de farmacia, contó a este rotativo que la escasez de broncodilatadores empezó hace un par de meses y aunque todos los días hacen la solicitud a los laboratorios, el medicamento no llega.
“La situación del país nos pega a todos”, lamentó Meléndez. La Prensa realizó un recorrido por 7 farmacias de la ciudad para constatar esta situación y en ninguna encontró salbutamol, alovent o albuterol, medicamentos comunes para tratar afecciones respiratorias en infantes.
Según los números que maneja la Federación Farmacéutica Venezolana, en el país hay una escasez de 95% de broncodilatadores, así lo confirma Freddy Ceballos, presidente de la organización.
“Nos hemos quedado con una producción nula de medicamentos y por supuesto los pacientes están contra la pared. Venezuela está en manos de Dios”, lamentó Ceballos al ser consultado.