La tala indiscriminada y los incendios forestales están destruyendo los ecosistema de Lara y amenazando la biodiversidad
Jhonny Pérez | LA PRENSA DE LARA.- Desde los comienzos del año 2024 hasta el mes de junio, en el estado Lara se asentaron reportes de más de 200 incidencias ambientales, según el Ministerio del Ecosocialismo y de junio hasta la primera quincena de agosto se tiene un récord de 60 casos, siendo la tala y la quema los principales problemas que afectan el ambiente larense.
Entre las zonas de mayor daño ambiental están el reservorio natural Cerro Soroche, los parques nacionales Yacambú, Dinira y Terepaima, el monumento natural Lomas de León y las riberas del Turbio, con la tala de la vegetación e incendios forestales causados por agentes contaminantes del ser humano, lo que ocasiona la disminución de las reservas de agua que hay en estos lugares.
Carlos Silva, representante del Instituto Autónomo de Gestión Ambiental del municipio Iribarren (Iagami), sostuvo que las labores que hacen van orientadas al control de incendios forestales y daños al semiárido, puesto que va en ascenso, como el corte de árboles para uso comercial, en especial la vera que predomina en el semiárido larense de donde se extrae el carbón vegetal.
«El mayor daño al ecosistema que podemos registrar es la tala y la quema en las áreas naturales, que a consecuencia nos está trayendo variaciones en el ecosistema, elevaciones de temperatura y la extinción de los acuíferos que hay en estas zonas», añadió Silva.
Lievano León, director regional de Inparques, manifestó que desde el instituto están en alerta ante las incidencias que se presentan en las áreas protegidas, mientras extiende un llamado a la conciencia de las personas a contribuir con la reforestación de los bosques y respetar las políticas ambientales que están contenidas en la legislación venezolana.
Jesús Pérez, coordinador del Movimiento Agroecológico del estado Lara, sostiene que aún los ciudadanos no se dan cuenta del impacto negativo que están generando a la naturaleza, por lo que sugiere reforzar la educación ambiental en los planteles educativos, iglesias y medios de comunicación.