Son 204 personas que viven en 66 ranchos de zinc y bahareque los que conforman la comunidad Brisas Peña de Horeb, que significa en nombre bíblico: «fuente de agua viva». Hace año y medio decidieron ocupar un terreno ubicado por la Circunvalación Norte, detrás del barrio La Peña, al oeste de Barquisimeto, y ahora requieren que las autoridades e instituciones públicas los volteen a ver y ayudar. Hace unas semanas recibieron una donación de Ángel Prado, ministro de Comunas y Movimientos Sociales, de un transformador y postes eléctricos, pero necesitan que Corpoelec se aboque a instalarlos.
«Hemos hecho todas las diligencias para que tanto el alcalde, Luis Jonás Reyes, como el gobernador de Lara, Adolfo Pereira, nos reconozca como comunidad, y hemos ido a Hidrolara y a Corpoelec para que tengamos la posibilidad de tener servicios de electricidad y agua por tubería. Ya tenemos todo para tener electricidad, sólo necesitamos que nos instalen el transformador porque de noche sólo nos podemos alumbrar con bombillos recargables», contó Neddimar Mujica, una de las coordinadoras del sector brisas Peña de Horeb, quien alegó que decidieron armar sus ranchos en ese lugar porque vivían en condición de hacinamiento en casas de familiares.
Hace falta un parque en Brisas Peña de Horeb
Yazmín Parra, una de las madres de la comunidad, pidió ayuda a autoridades o empresas privadas para la construcción de una cancha o parque en donde los niños puedan jugar. En total, hay 73 menores de edad, quienes deben jugar al béisbol o fútbol entre la tierra, exponiéndose al sol todo el tiempo, y con el riesgo de que se les vaya la pelota a la avenida Circunvalación y tengan que atravesar esta peligrosa vía.
«Hemos pensado en hacer un arbolito y parque con materiales de reciclaje, como cauchos viejos. Queremos ofrecerle unas navidades alegres a los niños, por eso solicitamos ayuda. Cualquier persona de buen corazón, el Gobierno o empresario que nos pueda ayudar para construir un parque sería una bendición», expresó Mujica.
Parra se encuentra en pobreza extrema, está muy delgada y tiene seis hijos de los cuales cinco son menores de edad. Indicó que en su hogar sólo trabajan su esposo, de caletero en un mercado, pero el dinero no les alcanza para cubrir sus necesidades. «Tratamos de hacer tres comidas diarias. A veces cuando no contamos con muchos alimentos toca pedir prestado o hasta quedarnos sin comida mi esposo y yo para que los niños coman», relató. Su alimentación se basa en carbohidratos, como harina, arroz, pasta, caraotas y lentejas, y las únicas proteínas que consumen son huevos y queso.
En estas fechas decembrinas quieren hacer un compartir para los niños con cotillones el 24 de diciembre. «Queremos hacerle un regalo a los niños. Muchos no recibirán juguetes porque sus padres no los pueden pagar. Todavía no tenemos un consejo comunal y por eso no estamos censados para recibir las bolsas Clap ni para recibir los juguetes que envía el Gobierno, pero tenemos esperanza de que en la medida de nuestra posibilidad pasaremos una buena pascua navideña», manifestó Mujica, cargada de optimismo. El martes 10 de diciembre recibieron por primera vez el servicio de gas.