Osman Rojas | LA PRENSA de Lara.- Las pequeñas y medianas empresas están contra las cuerdas. La grave situación económica, política y social que atraviesa el país tiene una repercusión inmediata en los emprendedores que ven cómo el sueño de montar un negocio se desmorona.
Según los datos que maneja la Cámara de Pequeños, Medianos Industriales y Artesanos del Estado Lara, (Capmil) de las 100 empresas que arrancaron el año 15 suspendieron, de forma temporal sus actividades mientras que, las que quedan activas, se encuentran remando contracorriente para evitar llegar a la quiebra.
Ángel Delgado, presidente de Capmil, explica que el tema de los servicios públicos y el incremento del dólar paralelo es lo que golpea con más fuerza a los empresarios, pues muchos se dedican sólo a pagar nómina, pues con su producción están por debajo del 50%.
«El día a día del país nos perjudica. Estamos haciendo lo imposible para poder mantener operativa las empresas, pero la gran mayoría se mantiene con un mínimo de nómina», sostiene.
Delgado explica que las empresas más afectadas en la región son aquellas que se dedican al sector metalúrgico o el textil, pues estas tienen una inoperatividad del 80%. «Es cada vez más difícil producir porque no hay ventas», señala el directivo.