José D. Sequera | LA PRENSA de Lara.- Al menos un 50 por ciento de las empresas de vigilancia que estaban en Lara han cerrado debido a la reducción de clientes que tuvieron debido a la imposibilidad económica de los urbanismos y comercios de pagar mensualmente un vigilante.
«No era viable», expresa Luis Miquilena, a quien le tocó cerrar su empresa de vigilancia hace poco más de un año porque apenas tenía un cliente. «Lo que me pagaba ese cliente no daba para pagar todos los aranceles y permisos que imponía el gobierno a través del Ministerio de Defensa», expresó.