Isabella Delgado | LA PRENSA.- Los módulos de control de los órganos de seguridad son cada vez más importantes para las comunidades. Son lugares en los que se pueden poner denuncias, pedir patrullaje, alertar de irregularidades; la presencia de funcionarios cohíbe, al menos un poco, a los delincuentes. Pero cuando los módulos son retirados, los vecinos resienten la inseguridad y exigen su regreso.
Tal fue el caso de la comunidad El Cercado, del noreste de Barquisimeto, que el miércoles pasado protestó tras la retirada del punto de control de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) sin previo aviso a la comunidad. El temor ante la falta de efectivos y el posible auge de la delincuencia los motivó a salir a la calle. “Si todos los días roban a cinco motos, cómo será ahora sin los guardias”, comentó un motorizado.
La justificación de la retirada dada por los castrenses a la comunidad fue que el módulo no tenía condiciones para albergar a los funcionarios, pese a que tenían cuarto, baño y aire acondicionado. Los vecinos tomaron esta razón como excusa e insistieron que intereses particulares determinaban el nuevo destino del módulo. Además del caso de El Cercado, esta semana también fue eliminado el módulo de la avenida Circunvalación Norte, adyacente a la Zona Industrial II.
Las retiradas no recientes también siguen causando molestias en otros sectores. A tres años de la eliminación del punto de control de Agua Viva y Las Cuibas, en Palavecino, aún los vecinos anhelan el regreso de los funcionarios. “La inseguridad se terminó de desatar. Atracan, se meten en las casas, se llevan el cableado de las luces de la calle y de las casas. Desde eso ha habido patrullaje de la policía, pero no es lo mismo”, contó Milagros Álvarez, vocera del consejo comunal.
Los militares estaban ubicados en la bifurcación de la vía hacia Las Cuibas y el parque nacional Terepaima. No tenían dónde dormir o hacer sus necesidades y la comunidad se organizó para construirle una habitación en el módulo abandonado del Instituto Nacional de Tránsito Terrestre. Pero igual fueron retirados. La comunidad solicitó el regreso del módulo a través de oficios y con protestas, sin éxito.
Lo mismo pasó en Pueblo Nuevo, al oeste, en la calle 9. Hace ocho meses los funcionarios de la GNB fueron retirados y los vecinos aseguran que desde entonces se han duplicado los actos delictivos en la zona.
Algunos que se mantienen son los de Las Tinajitas y El Garabatal. Se desconoce cuáles son las razones para mantener o eliminar puntos. Se intentó consultar a fuentes castrenses sobre la naturaleza de los cambios, pero no se obtuvo respuesta.