Luis Montes de Oca | LA PRENSA.- Los propietarios de los camiones volteos se las ven cuesta arriba porque los viajes que hacen en la semana no les dan para cubrir los gatos, muchos se ven en la necesidad de intercambiar el trabajo por repuestos para los carros.
Aseguran que hacen dos viajes a la semana, cuando hace dos años atrás les salían hasta tres diarios. Jairo Duran quien tiene tres camiones y más de quince años trabajando con los volteos, comenta que actualmente trasladar escombros y arena está bastante complicado porque las personas ya no piden ese servicio.
“La gente no nos llama como antes, nosotros tenemos que tratar de pararnos en lugares estratégicos para ver si alguien nos dice para cargar algo” afirmó Duran. El factor que más les afecta es tener dinero para comprar repuestos, los conductores explican que cuando deben llevar una carga lejos tienen que pensarlo mucho, porque en cualquier momento se le puede explotar un caucho que es lo más común que les sucede.
“Para hacer un viaje largo a veces lo pensamos dos veces, porque se nos puede dañar el camión, por ejemplo un parcho para una tripa esta en ocho mil bolívares” dijo Hernán Pacheco quien es ayudante de carga.
Camioneros cuentan que anteriormente existían personas que también les compraban los escombros para hacer rellenos en las construcciones, pero que ahora no lo hace. Quienes tienen varios camiones prefieren solo utilizar uno porque para ellos es más rentable guardarlos en sus casas que sacarlos todos los días.
Los precios dependen de qué tipo de carga es la requerida por los clientes y los kilómetros que deben transitar, los viajes van desde 20 mil los cortos que son en los perímetros de la ciudad y 40 mil bolívares los que salen a otros municipios y estados cercanos, pero aseguran que en oportunidades deben bajar las tarifas, ya que la gente no paga lo que ellos les piden.
Llevar el sustento a sus hogares es un problema que también afecta a los camioneros, porque afirman que la situación que están viviendo en la actualidad no les permite llevarle de comer a sus hijos.
“Cuando llega la hora del almuerzo no tenemos para comer, porque no se hacen viajes en el día, tampoco tenemos para llevar comida a nuestras casas” contó Luis Maita quien esperaba un viaje.