Osman Rojas | LA PRENSA.- Con brebajes y bebidas caseras tienen que curarse los enfermos en el estado. Luego de años en la palestra farmacológica, las boticas tradicionales (que se dedican a realizar medicamentos a base de fórmulas) se han declarado en quiebra por no tener insumos para trabajar.
“Nosotros estamos en un paro técnico. Sin insumos no podemos hacer ningún tipo de tratamiento”, fueron las palabras usadas por Daniel Fuentes, trabajador en una reconocida droguería en el centro de la ciudad.
El empleado asegura que todos los días llegan enfermos buscando antibióticos o pomadas dermatológicas; sin embargo, la botica se ve en la obligación de recomendar otros sitios porque ellos no tienen nada.
Este problema no es nuevo. En febrero de este año las boticas tradicionales lanzaron un SOS por la falta de insumos; no obstante, la agonía de estas droguerías empezó en agosto cuando el dólar alcanzó niveles impensados.
“Los insumos que nosotros usamos son importados en su mayoría y nadie nos beneficia con divisas. Las pocas boticas que mantienen abiertas sus puertas lo hacen por las ganas de querer ayudar, pero el mismo sistema nos está asfixiando”, comenta el trabajador.
El equipo reporteril del diario La Prensa realizó un recorrido por diversas boticas para evaluar su nivel de operatividad. La visita de este medio confirmó que ninguna de las farmacias está preparando antibióticos o jarabe para la tos.
En total, fueron diez las casas comerciales visitadas y de ellas sólo tres estaban vendiendo cremas dermatológicas (todas a bases de sábila) elaboradas por ellos.