Respeto, disciplina, trato cordial y motivación para estudiar son los principales objetivos de los acuerdos de convivencia y paz que los docentes y demás miembros del personal de las instituciones educativas empezaron a actualizar durante la primera semana del año escolar 2024 – 2025. Buscan garantizar el bienestar y armonía entre los trabajadores, alumnos y representantes.
Se involucra tanto el personal obrero como al administrativo con las sugerencias en mesas de trabajo en pro de mejorar el ambiente de la convivencia, empezando por la puntualidad, imagen personal, normas de cortesía, cumplimiento de uniformes y aplicar correctivos sin necesidad de llegar a un conflicto. Realizan el diagnóstico de las situaciones presentadas el año anterior para evitar reincidir en errores y buscar soluciones a la brevedad posible.
La profesora Merarí Rodríguez, directivo de la escuela Juan Guillermo Iribarren en Cerro Gordo, señala que siguen recuperando el ambiente luego de la pandemia por covid-19. Siempre cumpliendo las normas de la institución y entender la situación de padres que no pueden cumplir con el uniforme del niño. Estudian su situación socioeconómica, llegan a un acuerdo y permiten por determinado tiempo usar una vestimenta distinta.
Se deja claro la responsabilidad de la familia, se atienden las dificultades de trabajadores para cumplir el horario y se promueve un trato cordial, respetar la planificación académica y velar por la recuperación de los juegos o demás estrategias que motivan el amor al estudio, el interés por el aprendizaje.
Los casos graves de violencia, maltrato y que exigen orientación especializada son remitidos al apoyo especializado de Centros Comunitarios de Protección y Desarrollo Estudiantil (Cecoprode), Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de Iribarren (Cpnnai), respaldo del Comando de Paz más cercano u organizaciones sociales del sector.
«Pueden ser aspectos tan sencillos, como el corte de cabello, pero definen parte de la disciplina y que también aplican a la imagen de los representantes», señala la profesora Mileydi Rodríguez, siempre apostando a la protección y entusiasmo de los estudiantes. No es necesario el conflicto cuando se puede reforzar el buen comportamiento con charlas para los niños, especialmente a partir del cuarto grado para crecer con respeto y sin violencia.
Blanca Rodríguez, directora del centro de educación inicial Rómulo Gallegos en El Trompillo, insisten en la importancia de atender a los niños con amor. Comparten estrategias con padres para incentivar el hábito por la lectura y escritura. Avanzan con disciplina y paciencia, sin dañar emociones.