viernes, 22 noviembre 2024
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Dieta sin proteína expone a niños y adultos a anemia y malnutrición

Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- La sombra de la desnutrición y anemia persiguen a los venezolanos que sólo logran una dieta baja en proteínas. Una realidad que amenaza con más fuerza a los niñ;os, aún cuando tienen el peso adecuado, pero por una alimentación excedida en carbohidratos. Especialistas insisten en la necesidad de alimentos que aseguren cierta carga proteica y evitar complicaciones que suelen empezar por baja hemoglobina.

Son alarmas encendidas en el territorio nacional desde mediados de 2021, cuando desde Cáritas registraron 23% de desnutrición aguda en niñ;os menores de 6 añ;os, 28,1% de retraso en crecimiento y un estimado de 38% con niveles bajos de hemoglobina. Un escenario que sigue teniendo carencias porque se permanece con bajo consumo de proteínas, según la doctora, Lesbia Cortez, coordinadora de Salud de Cáritas en Lara, de acuerdo con lo que aprecian en los 460 niñ;os que atienden de los municipios Iribarren y Palavecino.

Es una vitrina de puertas abiertas que exhibe casos como los de familias en El Jebe. El equipo de La Prensa se acerca hasta una pieza levantada con retazos de zinc y en un amplio solar se encuentra el padre con sus dos hijos. Confiesa que sólo trabaja en un autolavado, donde devenga el 1% de lo realizado en el día, lo que le dificulta asegurar el sustento en el hogar. Muestra una taza de arroz con caraotas que será la ración compartida para su hijo de 4 añ;os y la menor de 16 meses. Él y su esposa sacrificarán la cena y sólo tienen las esperanzas de comer el día siguiente.

Otro grupo vulnerable es el adulto mayor, como es el caso de Cruz Agüero González que se encuentra sentado en la acera y el hueso de su clavícula es muy visible. Admite que se retiró de una casa hogar y apenas logra comer lo poco que le regalan. Su vianda apenas tiene unas cuantas cucharadas de arroz sin mucho aliñ;o, un pedacito de plátano sancochado y lo acompañ;a con una catalina. Su estómago ya se acostumbró al ardor que le recuerda el hambre.

Son casos que reflejan ese panorama que monitorean desde Cáritas, por lo que Cortez aclara que últimamente se limitan a la revisión clínica, porque no pueden cubrir laboratorio, además del poco acceso de los familiares a los exámenes. Pero sí aprecian la debilidad y hasta algunos con mareos por la mala alimentación, de quienes suelen saltarse comidas o comer mayor cantidad de carbohidratos. La necesidad inmediata es saciar el hambre y calmar la desesperación del estómago.

Es necesario ofrecer herramientas a los padres para que asuman el cambio hacia el bienestar social de la familia, con talleres acerca de la buena alimentación, saneamiento ambiental para evitar focos de contaminación, higiene en la manipulación de alimentos y en aspectos de la lactancia materna. Además del ámbito de «agua segura» por el correcto almacenamiento, potabilización y demás cuidados que eviten infecciones gastrointestinales.

Son consideraciones que recalca Ruy Medina, exdirector regional de Salud, ante la anemia que se diagnostica por la hemoglobina baja con la disminución de glóbulos rojos. Precisa que la principal causa es la desnutrición por la falta del consumo de hierro y demás minerales. También puede ser producto de enfermedades secundarias ocasionadas por parásitos con hemorragia y demás afecciones severas por depresión de la médula ósea.

Lamentan de estos trastornos como síntomas del hambre, iniciando por la nutrición pobre en proteínas y que pueden producir deficiencias en el sistema inmunológico. Una carga de debilidad para adultos que priva de rendimiento.

La anemia causa baja productividad

El nutricionista, Oswaldo Lizarzado, advierte que la anemia no se percibe a simple vista y es uno de los trastornos ocultos que puede ser crónico. Recalca entre las principales consecuencias de tener anemia la baja productividad, falta de concentración por deficiencias de oxígeno y también la pérdida de la memoria.

Son efectos que repercuten en el plano laboral, bajando la productividad por el recurrente desgano. Además del bajo rendimiento escolar en niñ;os que les limita la concentración. Otras secuelas para los pequeñ;os pueden ser las afecciones cardíacas que se manifiestan en latidos más frecuentes.

La palidez se puede ver en la piel y en las mucosas, con lengua o boca blanquecina. Un trastorno que se oculta en esas personas con peso adecuado por consumo de grasas y carbohidratos, pero sin frutas, hortalizas ni vegetales. El hierro se toma de carnes rojas, vísceras y demás micronutrientes para el organismo.

 

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