Jhonny Pérez | LA PRENSA DE LARA.- Murales de baldosas instalados en gran parte de la avenida Hermano Nectario María, conocida como la Ribereña, se encuentran deteriorados debido a las condiciones topográficas e hidrológicas del lugar.
El paso de los años y la falta de mantenimiento de las obras han llevado a un completo deterioro, haciendo que estas obras pierdan su valor y dejen de ser atractivas para quienes transitan por la vía expresa que comunica el municipio Iribarren con el municipio Palavecino.
«Hay tres factores que están dañando los murales de la Ribereña, como son la filtración que acumula humedad y movimientos de tierras, lo que lleva a que el deterioro de los murales sean muy rápido y que ningún plan de mantenimiento las preserve», explicó Castillo.
Solución
La también artista, Sandra García, sostiene que la única solución que tienen las obras es reubicarlas, pues las condiciones de los terrenos en los que están ubicadas ya no son los mismos como para hacer un trabajo que los preserve, pues la impermeabilización del fondo debió realizarse en un principio.
El mural de El Garabatal «sufrió un mantenimiento» en el que se tuvo que remover 30 metros de la obra, ya que estaba bastante deteriorada. Lo que está pasando en el mural del Puente Macuto es evidente, allí se ve que las baldosas por sí solas se caen.