José Miguel Najul | LA PRENSA.- Con la mirada en alto, seguro de haber tomado la decisión correcta, Luis Andueza aprieta el cheque entre la mano y una carpeta marrón. El monto que cobrará es el doble de lo que le correspondía por su año y medio de trabajo, pero representa mucho más que eso. Para él es comida para los próximos dos meses, algún regalo para su esposa y su hija, e incertidumbre laboral por tiempo indefinido.
“Fue una oportunidad que me dio la empresa y la tomé. Estaba cansado de trabajar todos los días con el temor de no saber si seguirá a flote la compañía y preferí el dinero. Me dedicaré al comercio mientras encuentro algo mejor”, asevera.
Como Andueza, se cuentan por cientos los trabajadores que, por iniciativa de patrono, comienzan un proceso de negociación en el que canjean su renuncia por un monto, algunas veces relativamente jugoso. Esta práctica se ha intensificado desde que inició el año, en sectores como el industrial y el comercio, debido a los desajustes financieros que les ha provocado el incremento del salario mínimo y el de la Unidad Tributaria (UT), hechos unilateralmente por el presidente Nicolás Maduro.
“El 25% de nuestras empresas afiliadas ha tenido problemas para asumir los recientes incrementos. Es por eso que han iniciado negociaciones con algunos trabajadores, que siempre queda como una decisión del propio empleado”, señala Luis Marín, director de la Cámara de Industriales del estado Lara.
En el caso de la Cámara de Comercio, no tienen un dígito concreto, pero aseguran que es “un porcentaje muy alto” que es virtualmente incuantificable porque es producto de un crecimiento cotidiano.
“Los altos costos laborales nos han obligado a revisar las nóminas y a incrementar los precios de los productos. Muchos comerciantes se han visto obligados a bajar la nómina llegando a acuerdos con el propio trabajador. Es lamentable. El sector privado es el mayor empleador del país y estas medidas gubernamentales sólo traen inseguridad, inflación y desempleo”, sostiene la residenta de la Cámara de Comercio regional, Rita Betancourt.
Marín sostiene que no se trata del incremento en pasivos laborales, sino en el flujo de caja directamente. “Son impactos que se van sumando y que, al no tener una producción normal se van incrementando los costos”, apunta.
Por su parte, Jesús López, presidente de la Cámara de Pequeños y Medianos Industriales y Artesanos del estado Lara (Capmil) indica que, en el caso de su sector, no se deberían ver especialmente afectados.
“Hasta el momento no hemos tenido el primer afectado por la situación. La pequeña y mediana industria es un sector formal que cumple con el ordenamiento vigente y que trata de adaptarse a los cambios del país. Aumentamos con gusto porque sabemos que hay un impacto social que tiene beneficios en los trabajadores. Hay incrementos, pero se trasladan al precio de nuestros productos”, responde.
Representantes del sector privado reconocen la importancia del incremento del salario; no obstante, aseguran que esa medida, por sí sola no tiene mayores implicaciones positivas para ellos,porque sólo aumenta la inflación, lo que provoca que se sostenga la pérdida del poder adquisitivo.
“El Gobierno no nos toma en cuenta”
“Estas medidas económicas del incremento salarial y de Unidad Tributaria, no vienen acompañadas de la libre conversión del dólar. Vemos que tampoco hemos salido ni un ápice de la crisis que vive el país”, manifestó la presidenta de la Cámara de Comercio del estado Lara, Rita Betancourt.
Ella considera que estos aumentos provocan la aceleración del deterioro del sector privado venezolano, en especial del comercio, cuyos márgenes de ganancia pueden verse directamente afectados.
Betancourt recuerda que los miembros del sector privado han tratado de establecer algún vínculo con el sector oficial, con el propósito de que sus clamores sean escuchados y canalizados correctamente; sin embargo, hasta ahora no han recibido ninguna respuesta positiva.
Además, el sector privado debe lidiar con las tasas de cambio de dólar y la intensa escasez de insumos y materia prima.