viernes, 22 noviembre 2024
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Siguen las alarmas por robos de equipos

Cristina Linárez LA PRENSA.- Sonda radiactiva que fue hurtada el fin de se­mana pasado en la Direc­ción de Posgrado de Agronomía de la UCLA, cuesta unos 6 mil dólares y posee radiaciones que pueden durar más de 500 años en el ambiente y que son peligrosas para la salud de las personas.

El profesor Reinaldo Pi­re, quien es el responsa­ble del uso de la sonda, comenta que en la UCLA ahora sólo queda una que es la que está operativa. Pire afirma que la sonda hurtada ya había perdido su tiempo de vida útil (20 años), pero las radiacio­nes “se quedanahí, y pueden durar hasta 500 años”, afirmó.

El docente comenta, que la máquina debe per­manecer en un maletín para proteger a las perso­nas del escape de radia­ciones. Asegura que es usada para medir la can­tidad de agua que hay en el suelo una vez a la se­mana en las prácticas que realizan los estu­diantes de postgrado de agronomía.

Para la práctica, los es­tudiantes deben abrir la tierra con un tubo por donde introducen la son­da, y ésta al cabo de algu­nos minutos calcula cuánta humedad hay el suelo, lo que genera in­formación vital a los es­tudiantes para las investi­gaciones.

La máquina está com­puesta por un teclado, cónsola, tubo y la fuente radiactiva, la cual está en su interior y tiene carac­terísticas similares a una cápsula contenida de pol­vo, siendo esto lo que más les preocupa a la di­rectiva de la Dirección de Posgrado, ya que si la rompen podría generar serios problemas en la persona que la manipule y a todo el área donde sea regada.

Sin embargo, las conse­cuencias podrían ser ma­yores si ese polvo es lan­zado a cloacas o ríos, esto propagaría más enferme­dades como quemaduras intoxicación y hasta un cáncer a largo plazo. Expresan que la sonda robada es de color amari­lla y está dentro de un maletín negro, el cual por ser el “protector” de la máquina, también po­see radiaciones peligro­sas para la salud y para el ambiente donde se en­cuentre.

El coordinador de post­grado de Agronomía, Wi­lliams Hidalgo, asegura que ellos tenían protegi­da la sonda y los equipos que se robaron en un lu­gar que está cerrado y alejado en la casa de estu­dio, pero “los ladrones rompieron todo para lle­vársela”. Comenta que les preo­cupan los constantes ro­bos que se registran en la UCLA, los cuales han ge­nerado pérdidas millona­rias que no han podido ser sustituidas.

La Dirección de Posgra­do hace un llamado a quienes hurtaron la son­da a que la entreguen en las entidades correspon­dientes, ya que no posee ninguna otra función, ni tienen en su contenido cobre, que pueda generar ganancias. A quienes la vean pi­den que llamen a las au­toridades para evitar ries­gos.

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