En la actualidad los adolescentes y adultos jóvenes tienen mayor acceso al chimó, el cigarrillo y al alcohol, de manera descontrolada
Jhonny Pérez | LA PRENSA DE LARA.- El consumo indiscriminado de drogas es un problema que aqueja a la sociedad, y el uso de aquellas llamadas experimentales es considerado el principal factor de riesgo para que los jóvenes, en edades de 13 a 17 años, vayan desarrollando el hábito de ingerir sustancias ilícitas, es decir, que de drogas legales pueden pasar a depender de estupefacientes prohibidos por las leyes.
Según explica Ana Bastidas, comisionada por el estado Lara del Fondo Nacional Antidrogas (FONA), los adolescentes están en continuo contacto con las drogas, por lo que los clasifica como «pacientes en riesgo de consumo o en consumo experimental», resaltando que la palabra paciente en este caso se aplica a la persona que tenga contacto con algún tipo de sustancias ya sean legales o ilícitas.
La comisionada afirma que en la actualidad los adolescentes y adultos jóvenes tienen mayor acceso al chimó, el cigarrillo y al alcohol, de manera descontrolada, sin percatarse que estos tres productos dan entrada al consumo de drogas. Además, la representantes del FONA alerta sobre el acceso a otra droga experimental como lo son las bebidas energizantes, con altos niveles de cafeína y que están siendo consumidas de forma no regulada hasta en los planteles educativos.
«Nosotros desde el FONA, llevamos un aproximado de 75 casos de indicación académica que son aquellos jóvenes y adolescentes que son referidos desde las instituciones educativas de todo el estado Lara. El objetivo es realizar un abordaje que consiste en cuatro etapas, la primera darles conciencia de la enfermedad, la segunda se trabaja el autoestima y el autocontrol, seguido de develar el ciclo del consumo, para finalizar en las tomas de decisiones y así poder, comenzar la labor más importante, desintoxicar al paciente» explicó Bastidas.
Factores de riesgo
Los factores que ponen en peligro a los jóvenes que buscan experimentar con el cigarro, el alcohol, el chimó y hoy día las bebidas energizantes, son las realidades sociales a las que se enfrentan tales como la disfuncionalidad en la familia, la alta exposición y no canalización del estrés, acompañado del ocio que según relata el psicólogo Ender Durán, son muestras de conductas no muy sanas en el hogar.
«En las terapias conductuales, que generalmente se realizan con estudiantes de 13 a 18 años, y que ya consumen por ejemplo chimó, cigarro o han tenido contacto con el alcohol, estos manifiestan que lo hacen porque quieren buscar algo que les mitigue el estrés. Es decir, he tenido caso de adolescentes que dicen que fuman porque eso les desestresa y calma la ansiedad, otros que dicen que toman alcohol porque lee ayuda a desahogar los distintos problemas a los que se enfrentan y es allí cuando nos damos cuenta que el adolescente consumidor, lo hace porque detrás hay una ruda realidad» detalló el experto.
A nivel de la sociología, Dioni Salas, especialista, manifiesta que las investigaciones sobre la drogadicción desde un enfoque sociológico, han comprobado que el consumo de la droga además de ser un hecho social, es un problema de salud y que si no es prevenido a tiempo puede desencadenar efectos sociales que afectan al joven de manera negativa.
«Debemos tener en claro que la situación actual del país sigue generando cuadros de estrés en adolescentes y adultos jóvenes cuya vía de escape será el consumo de drogas experimentales y no debería ser así, ya que es necesario fomentar una cultura preventiva en materia de consumo de drogas de iniciación» expuso Salas.
La Asociación Civil Narcóticos Anónimos destaca que la preocupación actual está en la población joven que por inconciencia acude a las drogas de iniciación, solo por huir de la realidad, haciendo que en un futuro no tan lejano este joven que ya será un adulto, comience a experimentar el consumo de marihuana, cocaína y piedra, y se inserte en el mundo delictivo.