Euseglimar González | La Prensa.- Ángel Lozada tiene más de 10 años como chofer de una gandola, cuenta que desde que comenzó la ola de saqueos anda con el Jesús en la boca, pues cada vez que agarra vía teme a que lo vayan a asaltar y saquear.
Conductores han tenido que ejecutar sus propias medidas de seguridad. Les ha tocado cambiar las horas para transportar alimentos. Prefieren salir de madrugada que transitar en las noches.
Luego de las 6:00 de la tarde los choferes se quedan en los peajes donde haya alcabalas de la Guardia Nacional (GN) para resguardar la carga y su integridad física. Conductores aseguran que la noche se presta para ser asaltados en las vías.
Lozada comentó que cuando los camiones se desplazan en medio de las autopistas le lanzan piedras para que los parabrisas se les partan y tengan la obligación de pararse, y es allí donde un grupo de alrededor de 100 personas comienza a abrir las puertas de la cava, mientras que uno amenaza al conductor con una pistola.
Carlos Fréitez, gandolero, apuntó que la mayoría de sus compañeros están paralizados por los saqueos que se han presentado entre mayo y junio. Detalló que ahora salen en cambote de tres a cinco camiones en apoyo. La situación que tienen que vivir a diario los conductores es difícil porque no cuentan con militares que los resguarden.
Antes de que se presentaran los hechos irregulares en las vías, cada empresa de alimentos enviaba de cinco a seis camiones cargados para distribuir a distintos estados del país, pero ahora han disminuido la cantidad y sólo mandan dos cargas. Esto lo hacen como medida de prevención.
“Si uno se descuida abren las puertas de la cava cuando estamos parados en los semáforos. Es un riesgo que corremos todos, porque nos pueden hasta matar”, alegó Fréitez.
Al salir de Mercabar, conductores abren las puertas de las cavas para que las personas que intenten saquearlos se den cuenta que no llevan nada.
En la Circunvalación Norte se presenció ayer camiones cargados de alimentos, así como también pollos y cochinos vivos escoltados por una patrulla de la GN. Aunque militares no han corroborado la información si se trata de una nueva medida de seguridad.
El gremio de transportistas de carga pesada pide que las carreteras estén vigiladas por militares y sean escoltados para mayor seguridad.