José Najul | LA PRENSA.– La rendición de cuentas del año de gestión 2016 por parte del alcalde Alfredo Ramos frente al Concejo Municipal —de mayoría chavista— fue la oportunidad perfecta para que los dos polos políticos se lanzaran puntas sobre la situación política, social y económica del país y del municipio.
Ramos comenzó aludiendo al hecho de que su gestión se enmarca dentro de una inflación que algunos especialistas estiman en 800%, producto de las malas políticas del presidente Nicolás Maduro.
Resaltó que, según un reciente estudio, hecho por la UCV, la Universidad Simón Bolívar y la Católica de Caracas, el venezolano ha perdido en promedio 8,7 kilos, y más de la mitad del país está en pobreza extrema. Frente a ello gestionó en favor de los necesitados con recursos que se erosionaron.
El edil Alejandro Natera (PSUV), califica la gestión de Ramos como pésima. Señala que hay desinversión en las zonas populares, deterioro de plazas públicas, desidia con el alumbrado público y perjuicios laborales para los empleados de la municipalidad.
“Hoy, más que nunca, el alcalde Ramos está raspado”, dijo.
Por su parte, la presidenta de la Cámara Teresa Linárez (PSUV), pidió al alcalde que, de ahora en adelante, se reúna semanalmente con los concejales para plantear propuestas.