Ante la necesidad de restaurar espacios vitales para las comunidades, habitantes de diversas zonas de Barquisimeto han demostrado su solidaridad logrando reparar capillas, casas culturales e incluso realizar donaciones a ambulatorios a través de la autogestión. Mediante actividades como vendimias, rifas y aportes en dólares, habitantes han evidenciado su capacidad para unirse y trabajar en pro del bienestar común.
En los últimos meses, se ha observado un creciente interés por parte de la gente en las comunidades en organizarse para llevar a cabo proyectos de restauración de edificaciones fundamentales para sus habitantes.
Las vendimias, en las que se ofrecen productos diversos y comida, se han convertido en eventos populares que atraen a personas de todas las edades de las comunidades. Las rifas, con premios donados por comerciantes de la zona y particulares, también han sido una fuente importante de ingresos. Además, muchos vecinos han contribuido con aportes desde un dólar hasta alcanzar la meta establecida.
Laura Hernández, vecina de Santo Domingo, explicó que estos fondos se han destinado a la compra de materiales de construcción para realizar arreglos en la capilla de la zona, perteneciente a la parroquia San Vicente de Paúl.
«Los feligreses y vecinos de la capilla somos quienes más colaboramos. Nos organizamos y, entre todos, decidimos qué se puede ofrecer en las vendimias. En ocasiones, el párroco realiza colectas en la parroquia y nos apoya para mejorar nuestra capilla», afirmó Hernández.
La solidaridad de los vecinos de las comunidades se manifiesta con el aporte de alimentos, medicamentos e incluso materiales de construcción.
Acción se replica en comunidades
Esta experiencia también es frecuente en Santos Luzardo, sector de la parroquia Unión, donde los vecinos se han fijado la meta de reparar la capilla y acondicionar una habitación para el sacerdote. Venden desde ropa usada hasta alimentos para adquirir todo lo necesario.
Dulcinea de Peraza, habitante de Santos Luzardo, dijo que el objetivo es unir esfuerzos y recaudar fondos para recuperar edificios y brindar buena atención a la comunidad. En el caso del ambulatorio, de los pocos que cuenta con servicio de emergencia, han donado insumos médicos. Los vecinos indicaron que los aportes se destinan al área de emergencia.
Otro ejemplo de colaboración se observa en las casas que promueven la cultura en Barquisimeto. El Conservatorio de Estudios Populares del Arte y la Sociología (Cepas), es un ejemplo donde Isaura González indicó que representantes y vecinos colaboran para mantener su funcionamiento.
