La escasez de donativos recurrentes y las dificultades logísticas para el transporte de las contribuciones han afectado a los comedores en Barquisimeto y programas de alimentación en Barquisimeto, obligándolos a reducir la frecuencia de atención y privando a cientos de personas vulnerables del acceso a una comida diaria.
«Antes todos los días almorzábamos aquí, pero ahora sólo podemos tres veces por semana», lamenta Carmen Rodríguez, persona de la tercera edad que se beneficia del comedor de la «Ciudad de Los Muchachos», conocido como el comedor de «Paquita», en el oeste de la ciudad.
La hermana Jhessika Campos, parte de las coordinadoras de la Casa Hogar Ciudad de Los Muchachos, explicó que la comida que se reparte a las personas depende de los alimentos que lleguen a diario.


«Nosotros dependemos de la Divina Providencia, y la comida que hacemos es con lo que nos va llegando día a día. Todo lo que nos llega es para los niños de la Casa Hogar y la olla de asopado que damos a las personas en situación vulnerable», dijo Campos.
Por años, este comedor ha repartido miles de platos a las personas de la calle. Al principio lo hacían a diario y podían atender a más de 200 personas, pero ahora sólo lunes, miércoles y viernes para un aproximado de 100 personas.
Comedores en Barquisimeto trabajan a media marcha
La situación se repite en otros comedores en Barquisimeto y programas de alimentación de la ciudad. La falta de recursos ha obligado a muchos a reducir las raciones de comida, a limitar el número de beneficiarios y algunos a cerrar sus puertas temporalmente.
Lesbia Cortez, coordinadora de Cáritas en Lara, sostuvo que las ollas comunitarias continúan en todas sus sedes parroquiales, pero a cargo de los propios medios de los voluntarios.


«Cada uno coloca un granito de arena para llevarlo adelante, porque la olla además de dar ese sustento corporal tiene como fin compartir, acompañar y escuchar desde la luz del evangelio a quien más lo necesite», comentó la doctora Cortez.
Las ollas comunitarias se encuentran agrupadas en 45 parroquias que están en Cáritas Arquidiocesana y atienden a un aproximado de 5000 personas mensuales con un plato de comida a través de donaciones y aportes que reciben. Cada iglesia tiene su programación, porque depende de su disponibilidad de alimentos.
El menú varía, pero puede ser granos, sopa y hasta carne. Actualmente, cuentan con comida para las personas sólo los domingos.
El programa de alimentación que tiene Cáritas por más de siete años en toda Venezuela se expandió por las parroquias y según el portal web han logrado entregar 139.975 raciones de comida en ollas comunitarias.


La reducción de la frecuencia de las ayudas alimentarias ha tenido un impacto en la población vulnerable que se benefician de los comedores en Barquisimeto. Ancianos y personas con discapacidad dependen de estos comedores y programas para obtener su única comida del día.
«Los días que no hay comida en el comedor de Paquita nos vamos al hospital porque allá todos los días dan una taza de sopa y llegan personas que llevan comida para donar», dijo Crisálida Vásquez.
La falta de logística ha sido otro de los problemas que tienen y es que, algunas veces, les dicen que tienen alimentos para donar, pero deben trasladarse hasta la zona y muchas veces no cuentan con transporte.
Las personas que deseen apoyar con alimentos para la Ciudad de Los Muchachos, ubicada en la carrera 13 entre las calles 42 y 43, pueden llevar pasta, arroz, granos, proteínas y verduras.
Campos informó que además de la falta de alimentos, el comedor de niños y adultos se ha visto en problemas debido a una fuga de gas que tienen en la cocina.