José Miguel Najul | La Prensa-. Mientras la desesperación se apodera del pueblo venezolano traduciéndose en saqueos y violencia, el Gobierno está utilizando mecanismos de distribución de alimentos a través de los cuales tratan de manejar una situación de la que ya perdieron el control.
Lo señala Marisela Cuevas, economista, quien considera que la inclusión de los Consejos Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) no son la solución al conflicto de abastecimiento.
Para ella Venezuela atraviesa por un proceso de “estanflación” que es la situación que se presenta cuando coinciden una elevada tasa de inflación y una fuerte caída del ritmo de crecimiento económico, provocando escasez y malestar en la población. Cuevas, docente de la cátedra de Macroeconomía, sostiene que el Estado ha reincidido de manera sistemática en la toma de medidas desacertadas, y mientras lo sigan haciendo, ni la violencia, ni los saqueos, ni la escasez se van a terminar de disolver.
Por eso, considera que más temprano que tarde, quien esté en el Gobierno tendrá que recurrir a financiamiento internacional para poder sostener las necesidades de la población; sin embargo, estará obligado tomar medidas contundentes que harán añicos sus popularidad.
¿Por qué dice que el Gobierno perdió el control?
-Porque han preferido atacar las consecuencias en lugar de enfocarse en las causas del problema que se está padeciendo (…) Frente a la escasez, la irracionalidad de la gente llega a niveles que no se puede controlar ni por parte de los funcionarios de seguridad, como los saqueos, que cada vez son más frecuentes.
¿No cree que programas como los Consejos Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) puedan mejorar la distribución?
-Pienso que el hecho de que existan los CLAP, es el reconocimiento de que la política económica del Gobierno ha fracasado. Vivimos en el único país en el que el Estado se dedica a repartir bolsas de comida a sus habitantes, en lugar de promover la producción para generar abastecimiento.
¿Por qué cree que lo hacen?
-Han preferido atacar las consecuencias de la escasez, en lugar de enfocarse en las causas,
que son las políticas económicas que han impulsado, ahuyentando al sector privado.
¿Mecanismos desesperados?
-Sí, son para tratar de mantener un control que ya no tienen. Y eso genera más desespero en la población.
¿Cómo llegamos a esta situación de saqueos por la escasez?
-Esto se ha gestado desde hace mucho tiempo. Hay una política de minimizar el sector privado de la economía. Es el producto de las expropiaciones y de ir en contra del sector privado, mientras el Estado quiere asumir funciones que no son su competencia.
¿Cuál sería, a su juicio, el inicio de una solución?
-Sincerar los valores de la economía venezolana.
¿De qué manera pueden sincerar la economía?
-Desmontando las diversas tasas de cambio que existen actualmente en el país.
Pérez Abad lo anunció, ya el precio del mercado oficial de Divisas Complementarias (Dicom) se acerca al paralelo…
-Sí, hay un deslizamiento del Dicom hacia el precio del dólar paralelo. Nadie sabe de qué manera, ni a través de qué oferta y demanda, porque hay muy poco acceso a ese mercado.
¿Por qué considera que el Gobierno insiste en este tipo de medidas?
-En los países en los que ocurren estas situaciones, con modelo de corte comunista, la parte final de sus modelos es ésta que vive Venezuela. Al no cambiar el modelo, se usa lo que tienen a la mano.
¿No estimular el Gobierno con la importación de materia prima?
-No lo termina de hacer. Actualmente el Gobierno ha anunciado que importará materia prima; sin embargo, el 70% se la quedarán ellos, para la distribución en los CLAP, y el resto para quienes deseen comprar en otras redes. Eso más que resolver el problema lo va a acrecentar.
¿Históricamente el empresario no ha sido más un depredador de los dólares del Estado que un productor?
-Y en este período se exacerbaron los males anteriores. La lógica económica determina el comportamiento de quienes invierten.
En este escenario, en donde la solución pasaría por desarrollar un tejido productivo devastado, sin los dólares para hacerlo, ¿por dónde se empieza?
-En economía no hay recetas. No tenemos cifras por la opacidad propiciada por el BCV. Creo que la solución empieza por buscar un acuerdo nacional, para trabajar por un mismo objetivo: que el país salga hacia delante.
¿Y funciona un acuerdo sin recursos?
-El gobierno no tiene los recursos para invertir, es verdad. Por eso es que en algún momento deberán recurrir a préstamos internacionales.
¿Quién podría darle un préstamo a Venezuela a estas alturas?
-Sí los hay. Está el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo, que pueden aportar recursos para una recuperación económica de Venezuela.
¿Y aceptar esos créditos no es empeñar al país?
-No lo es. Hay un préstamo, que se otorga con unas condiciones. Intuyo que la primera de ellas será apretar el cinturón para no gastar más de lo que ingrese. El populismo, la nómina hipertrofiada del Estado, se deberán eliminar.