Ana León | La Prensa.- La semana santa o semana mayor, como se le conoce, está llena de actividades donde niños, jóvenes y adultos buscan evangelizar de una manera diferente. Una de las actividades principales de esta semana son las llamadas «mega misiones» que son muy comunes entre los grupos y movimientos católicos. Se hacen con la finalidad de llevar la buena noticia, es decir la palabra de Dios, a los lugares más apartados y muchas veces olvidados del país.
La situación actual ha hecho que los chamos se rebusquen para poder cubrir las necesidades de comida, transporte y alojamiento. Para poder encontrar el dinero o donaciones de comida, que rindan para los misioneros en la semana, los chamos de los grupos y movimientos católicos han tenido que vender rifas, trabajar en cooperativas, hacer conciertos, organizar bailazos, pedir dinero prestado y hasta hacer potazos durante varios días. La idea es que a través de actividades pro-fondos logren conseguir la mayor parte de los donativos posibles para, no solo misionar, sino ayudar a la comunidad que van a visitar.
Se estima que más de dos mil misioneros saldrán de Barquisimeto a evangelizar esta semana santa. Los Jóvenes Agustinos Recoletos (JAR), Regnum Christi, Manos a la Obra y el Grupo Juventud María Auxiliadora (GJMA), serán algunos de los movimientos o grupos que misionarán.
Los sitios escogidos para las ‘mega misiones‘ son comunidades que en su mayoría pertenecen al estado Lara como: El Cercado, Jabón, Humocaro, La Lagunita, Altos de Las Flores, Yacural, Villa Nueva, Anzoategui y Yumare, esos lugares serán visitados por el GJMA, JAR y Regnum Christi. Otros grupos, como Manos a la Obra, visitarán la comunidad de Carache en el estado Trujillo.
Una misión fuera de la ciudad está entre los 20 mil bolívares y los 80 mil bolívares. Los que tiene grupos mayores a 100 personas tienden a pedir una cantidad de dinero más elevada dependiendo de los sitios a visitar y las actividades a realizar.
Si bien la suma de dinero parece muy alta, con esto esperan cubrir todas las necesidades como: transporte, comida, medicinas, alojamiento, y gastos de emergencia que puedan surgir en el camino. Los que misionaran en la ciudad, estiman un costo por misionero de 10 mil bolívares. Esto sin incluir cosas como las franelas de los grupos o chapas que usualmente se dan para identificar a los misioneros.
Estos chamos están desde hace casi un año preparando toda la logística para las megas misiones. Contactan a empresas de transporte, hacen colas para comprar comida, colas para comprar medicinas y visitan un sin fin de empresas que puedan servir de ‘aliados‘ y de esa manera ayudarles a reducir los costos o insumos que se deben llevar los misioneros a sus comunidades asignadas.