Ana León | La Prensa.- Ante la creciente ola de delincuencia, y luego del robo y asedio a centros de salud privados el pasado viernes, los hospitales y clínicas privadas toman medidas de seguridad más efectivas para así evitar cualquier incidente que ponga en riesgo a pacientes, personal y familiares.
En el Hospital Central Antonio María Pineda los cuerpos de seguridad refuerzan las zonas donde se presentan conflictos. Alrededor de 170 funcionarios laboran en la seguridad interna y externa. De los GNB y militares que están en las inmediaciones de la emergencia no hay una cifra exacta debido a que no son competencia directa del centro de salud.
Marcial Daza, director del hospital, explicó que en los momentos donde se suscita algún hecho delictivo o hay alguna situación de peligro tienden a enviar a los funcionarios para resguardar.
Ruy Medina, director sectorial de salud, condenó los hechos de violencia cometidos contra la clínica Acosta Ortiz el pasado viernes, y solicitó a las autoridades policiales resguardar a los centros médicos de cualquier ataque, venga de dónde venga. Además advirtió que si no se toman medidas podríamos estar al frente de un cierre total de clínicas.
Para Raúl Acevedo, presidente de la Asociación de Clínicas Privadas, lo vivido el viernes en la Acosta Ortiz fue un hecho “lamentable y que no tiene nombre”, por ello hizo un llamado a los cuerpos de seguridad del estado a reforzar la seguridad en las calles y defender los centros de salud públicos y privados de la entidad larense.
Según Acevedo se van a tomar medidas, pero no especificó cuáles, pues piensa que al exponerlas puede arriesgar al personal y a los médicos que laboran en las clínicas.
Ya era un hecho
En octubre del año pasado las clínicas tomaron la decisión de cerrar a las 6:00 pm, colocar los rostros de los delincuentes en carteleras y asegurar que después de las 7:00 pm no entre ninguna persona que no sea una emergencia al centro de salud.
Estas medidas se tomaron porque el año pasado se registraron 14 robos en menos de 90 días.