José Miguel Najul | LA PRENSA.- “A pesar de que la zafra ha bajado, podemos ver que hay largas colas para agarrar transporte. Eso es porque la flota está devastada”, sentencia Erik Zuleta, presidente del Sindicato Automotor al referir cómo el gremio afronta estos días de Carnaval.
Unas 4 mil 700 unidades, que representan aproximadamente un 60% de los 7 mil 800 que hay en la región, han dejado de cumplir con sus labores por la escasez severa de insumos que existe en Venezuela, y por las fallas que, de manera sistemática, se vienen presentando en la Proveeduría.
Zuleta sostiene que los insumos que el Estado les promete para mantener las flotas marchando son insuficientes, lo que ha provocado el progresivo deterioro de los autobuses que movilizan a los ciudadanos a los municipios foráneos, e incluso a otras entidades.
Sin embargo, el dirigente sindical asegura que también se ha multiplicado la cantidad de fallas por “repuestos malos”. Son piezas importadas que, al colocarlas, han provocado daños mayores a los vehículos.
Por su parte, Luis Valencia, director del Terminal de Pasajeros, especifica que en lo que respecta a la flota específica con la que ellos cuentan hay, aproximadamente, 770 unidades detenidas, que representan un 70% del total.
“Esto ha generado, naturalmente, un colapso, de colas para poder abordar los vehículos, retrasos y complicaciones adicionales con las que debemos lidiar”, expresa.
Zafra palo abajo
El primer corte de la zafra de Carnaval 2017 arroja un saldo muy negativo. En total, se movieron unas 25 mil personas, que representan un bajón de un 40%, en comparación a las 42 mil que se movieron el primer día del año pasado.
“Es una disminución importante, que comprendemos y esperábamos en vista de la disminución del poder adquisitivo”, dice Valencia.