A. Reyes / R. De Leca | LA PRENSA.- Casi está por finalizar 2017 y los empresarios y comerciantes de Lara han tenido un año minado de factores que disparan contra su productividad y progreso. Desde Fedecámaras Lara enumeran al detalle la cantidad de trabas que los afecta considerablemente y es por ello que solicitan fin a las erradas políticas económicas del Gobierno y a las fiscalizaciones sorpresas del Sundde.
“Debe cesar el ataque contra el sector empresarial y realizar una revisión exhaustiva de la estructura del Estado”, soltó Alberto Gámez, presidente de Fedecámaras Lara, cuando resume que durante los últimos meses empresarios y comerciantes han contraído su actividad debido a la inclemencia de sanciones bajo una política gubernamental que presenta graves falencias.
Gámez especifica que no contar con dólares preferenciales para renovar el inventario, el casi nulo sistema de importación para materia prima,la inflación causada por
la improductividad del país y las constantes visitas del Sundde ha generado un cierre de 2017 “con grandes pérdidas, pues el sector trabaja con un 27% de su capacidad total».
«Es ilógico aplicar obligatoriamente medidas de bajar precios, cuando la adquisición de los mismos se hace a un costo superior” dice.Rita Betancourt, presidenta de la Cámara de Comercio regional, suelta una estadística que prende las alarmas porque refiere que hasta la fecha al menos el 60% de los comercios en Barquisimeto han cerrado sus puertas motivado a las pérdidas ocasionadas por las constantes fiscalizaciones sorpresas, que a su juicio han “golpeado indiscriminadamente a pequeños y medianos empresarios”.
Considera que otro factor que influye en el quiebre de la vida económica en la entidad crepuscular se debe al irrespeto de los procedimientos como lo establece la ley. “Sólo revisan facturas, bajan costos de mercancías sin tomar en cuenta el proceso de producción y comercialización”, sentencia.
Otro factor al que atribuye el cese de algunos comercios es el alza inflacionaria que a diario hay en el país “ya superamos el 1200% y sigue en aumento”. Detalla que
Venezuela está frente a una “economía cambiante”, convirtiéndose en un detonante, destrozando y castigando tanto al comerciante como al consumidor.
Fuga de personal
Ante este panorama Giorgio Renni presidente de la Cámara de Industriales, explica que no están ajenos a la realidad y argumenta que según el último informe de Conindustria, el sector está funcionando con el 32% de su capacidad; “y esto podría continuar en 2018 si no se hacen las correcciones económicas a tiempo”, advirtió.
Sin embargo aclara que no es el único factor que influye para la caída del sector. La fuga de personal también afecta de forma indiscriminada a empresarios, comerciantes y productores. “Las maquinas se pueden sustituir, pero la mano de obra no”, soltó. Comenta que la industria no sólo es máquina sino quienes la integran.
Renni menciona que aspiran para 2018 que exista un acuerdo con el gobierno para dar paso a estrategias de recuperación.
A la espera
En Lara, la gobernadora Carmen Meléndez ha mostrado interés en trabajar de la mano con la empresa privada, algo que Renni, Gámez y Betancourt han calificado
como positivo, sin embargo Gámez precisa que es indispensable una “revisión exhaustiva en el sistema vial, zona industrial, la aduana y las vía férreas, potencia
les en el Estado”.