El cáncer de cuello uterino ocupa el primer lugar de los casos de cáncer ginecológico, y el tercer lugar de prevalencia de todos los tipos de cáncer en el país, según el boletín de 2024 de la Sociedad Anticancerosa Venezolana (SAV), lo que es confirmado por el registro de consultas de especialistas, quienes estiman que 75% de los diagnósticos confirmados son en estadio avanzado. Reiteran la necesidad de la prevención, como descartar al virus de papiloma humano (VPH), que es en 90% de los casos la causa de esta enfermedad crónica.
Ginecobstetras y ginecólogos oncólogos coinciden con el registro de la SAV, ubicando en tercer lugar al cáncer de cuello uterino -luego de los de próstata y mama- con 5.862 casos al año y un promedio de 16 a diario, mientras la mortalidad figuró en 2.071 decesos durante el año pasado. El cáncer de endometrio refleja 1.735 diagnósticos al cierre de 2024 y 394 muertes. A nivel de ovarios con 1.384 casos y 795 fallecidas.
Son registros que demuestran que Venezuela no escapa del impacto en la salud de la mujer, del cáncer de mama y de cuello uterino, así lo precisa el doctor Juan Andrés Pérez Wulff, presidente de la Sociedad Venezolana de Obstetricia y Ginecología (SOGV), por lo que es indispensable la prevención con el control rutinario.

El doctor Jorge Hoegl, ginecólogo oncólogo, habla del margen de ganancia al proteger a los adolescentes con la vacuna contra el VPH, debido al rechazo del uso del preservativo, como principal barrera de protección contra esta enfermedad, cuyos genotipos 16 y 18 tienen un desarrollo más agresivo.
Hoegl lamenta que 75% de los casos les llegan en etapas avanzadas, lo cual reduce la posibilidad de éxito del tratamiento de quimioterapia o radioterapia. «Lo ideal sería manejar la prevención integral, a estos tres niveles que empiezan desde la infancia con la vacuna, la pesquisa en mujeres a partir de los 25 años y con el diagnóstico temprano». Señala que de esta manera estructurada, se puede hacer contrapeso.
Cuando no se pudo evitar la enfermedad, debe haber un trabajo en equipo de alianzas entre el sistema público y privado, debido al alto costo de los tratamientos.
La prevención exige una campaña educativa que empieza desde la familia, que toda la población conozca que niñas y niños pueden ser vacunados a partir de los 9 años contra el VPH, para prevenir cáncer de cuello uterino, de pene y de laringe, sin que sea una incitación a la actividad sexual, recalca Hoegl.

El doctor Néstor Ortega, ginecólogo oncólogo, coincide en lo indispensable de la realización de la citología anual y cada seis meses en pacientes de alto riesgo. Pero además del VPH, tampoco hay que descuidar las infecciones crónicas en el cuello uterino, que no fueron tratadas correctamente y puede ocurrir una mutación celular, cambiando de inflamación a célula neoplásica (con posibilidad de causar un tumor).
«Estamos viendo pacientes jóvenes, aunque la edad más frecuente es a partir de los 35 años», señala y reitera que el diagnóstico a tiempo permite que en la primera etapa, la paciente sea referida a cirugía para retirar el tumor o lesión. Pero de lo contrario, primero sería el ciclo de quimioterapia y luego a quirófano, recordando que a más avanzado puede requerir una histerectomía (extirpar el útero) y hay menor esperanza de vida.
Encuentro en Lara por día del cáncer ginecológico
En el marco del Día Mundial del Cáncer Ginecológico, Barquisimeto fue sede de la XXXI Jornada Nacional de Obstetricia y Ginecología «Dra. Dolores Monsalve Flores» con un aforo de alrededor de 500 participantes quienes actualizaron sus conocimientos entorno al cuidado de la salud femenina, desde el abordaje infanto juvenil, embarazo, parto y hasta en la menopausia. Encuentro que contó con la participación del doctor Juan Andrés Pérez Wulff, presidente de la SOGV y demás miembros directivos.
Según la ginecobstetra Isabel Torres, el especialista siempre debe insistir en la orientación de la paciente, considerando que se trata de tener un desarrollo en etapa inicial sin manifestación de síntomas, la paciente no puede esperar a no soportar un dolor, ni el nerviosismo por sangrados que son indicios de un estadío avanzado.
Antonieta Corsini, presidenta de la seccional centroccidental de la SOGV, resaltó el éxito de este encuentro con más 50 ponentes, que durante dos días resaltaron la forma de salvar vidas al evitar el cáncer de cuello uterino, con la protección que empieza desde la infancia o adolescencia.