Vecinos de la calle San Rafael de Cabudare, municipio Palavecino de Lara, piden a las autoridades la limpieza de bucos y quebradas, incluida la quebrada Tabure, así como su embaulamiento y construcción de gaviones en la misma. De no hacerse, continuarán los socavamientos de tierra provocando daños en las casas de la zona.
Douglas Escalona, quien habita en la urbanización Doña Elena, explicó que las recientes precipitaciones aumentaron el cauce de la quebrada provocando desniveles en la cerca perimetral, también afirma que la maleza en la quebrada es alta y el agua empozada provoca la proliferación de zancudos transmisores de la enfermedad de dengue.
«Estamos bien preocupados por esta situación, son más de 250 familias de las urbanizaciones Doña Elena, Tierra Mía y Plaza Country, así como también un núcleo familiar compuesto de 10 casas. El alcalde dice conocer la situación, pero nosotros necesitamos que se solucione este problema», aseguró Escalona.
Vecinos sostienen que para revertir un poco los efectos causados por la corriente de agua se deben adecuar aproximadamente 450 metros de gaviones, suavizar los golpes del agua con muros de contención que reduzcan la fuerza de la corriente.
Asimismo, el señor Escalona afirma que se debe iniciar la inspección preventiva del puente de la calle, ya que está comenzando a sufrir daños en sus bases y algunas fisuras a lo largo de su estructura debido a los socavamientos, lo que genera preocupación en quienes frecuentan el lugar.
Vivir en el sector se convirtió en una continua rogativa a Dios para la familia Jiménez Torres, clamores que se intensifican cada día de lluvia y es que su vivienda está a unos escasos dos metros de la quebrada Tabure y corren el riesgo de quedar inundados.
Luis Torres, quien comparte vivienda con su madre, expuso que hace pocos días el agua ingresó a la parte trasera de su casa y temieron lo peor. Él dice que su mamá es una señora mayor que requiere cuidados y ante esta situación con los socavamientos de tierra su cuadro ha empeorado.
«Cada vez que llueve nos da mucho miedo, ya no tenemos patio trasero producto de los constantes socavamientos y cada día que pasa corremos aún más riesgos», señaló Torres.
Luis Jiménez, quien habita detrás de la casa de Torres, afirma que ellos han hecho el llamado a las autoridades y hasta les han invitado a la zona; sin embargo, han recibido muy pocas respuestas.
«Una vez vino el alcalde a la escuela y de allí pasó para acá, pero lo que nos prometió nunca llegó, nosotros sólo pedimos que nos embaulen (canalicen) esa quebrada para que nuestras casitas no se vengan abajo», señaló Jiménez, quien aprovechó de pedir también la ejecución de un plan de poda de árboles porque sus viviendas están viéndose afectadas por los fuertes ventarrones que tumban las ramas.
La familia Jiménez Torres señala también que de no haber solución están dispuestos de aceptar una reubicación que les garantice una mejora de vida a su señora madre y a sus familias.
En recientes declaraciones para LA PRENSA, el alcalde de Palavecino, Derby Guédez, afirmó que se encuentran trabajando a diario para mantener las quebradas limpias y aseguró que los trabajos para la adecuación y actualización del sistema de drenajes de la jurisdicción requieren de un presupuesto que la alcaldía no posee, pero que hace lo posible por atender las necesidades del municipio.
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