William Croes | LA PRENSA.- Volvieron a plena luz del día. A las 7:00 de la mañana, del sábado, comerciantes poco a poco comenzaron a sacar sus tarantines. Colocaban las estructuras de hierro al borde de las aceras ante la mirada de funcionarios de la Policía Municipal de Iribarren que fallaron en su intento de contener a la gran cantidad de buhoneros que se restearon a retomar el espacio.
Henri Zabaleta, uno de los 12 voceros de los comerciantes de la avenida 42, indica que la toma se hizo a las 7:00 de la mañana y no en la madrugada, como señala el boletín de prensa de la alcaldía enviado la tarde del sábado. Expresa que la toma del espacio traerá dividendos a más de 400 trabajadores informales.
“Concejales fueron el enlace para que el alcalde Alfredo Ramos aceptara que podíamos trabajar desde el primero de diciembre hasta el primero de enero. Pero a última hora incumplió su palabra y nos llevó a tomar las calles de esta manera, pero comprometidos a mantener el orden”, expresa Zabaleta.
Los comerciantes se colocaron en las aceras de ambos sentidos de la avenida. La gran mayoría dejó un espacio considerable para el paso de los peatones, aunque hay algunos que tomaron el borde de la avenida, robando espacio al tránsito vehicular.
Los buhoneros manifiestan que las ventas han ido despegando con sólo un par de días de trabajo en sus antiguos puestos. “Es lo que necesitábamos porque diciembre es el mes preferido de las personas para comprar y estábamos en la quiebra por la sentencia del alcalde”, expresa Nelson Camacaro, un vendedor de ropa interior para niños.
Buhoneros están claros de que incumplen la sentencia emitida por el tribunal, pero en su defensa aseguran que el alcalde tampoco ha cumplido con su reubicación y la novela de la 42 se mantiene.