Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- Henckel Gutiérrez quedó desempleado en marzo de 2020, luego de trabajar por tres años en la empresa Natulac. El joven de 26 años para no quedarse de brazos cruzados, decidió emprender y convertir la mitad de su cuarto en una bodega, que al principio sólo vendía caraotas y cambures, y en la actualidad está surtida con víveres, productos de charcutería, condimentos y teticas de café.
«Era la única manera de poder comer y aportar algo en mi casa», soltó el muchacho que atiende por una ventana en la calle 19 de Barrio Unión. Al principio aceptaba sólo efectivo y pago móvil, ahora alquila un punto por el que paga 10% por cada venta que logra. El joven aspira a seguir creciendo con su negocio, y no le cruza por la mente buscar un trabajo similar al que tenía, porque asegura que el salario que devengaba no le alcanzaba ni para pagar un mercado de una semana.
«Está surgiendo un modelo de economía de subsistencia en el país, pero tienen muy pocas probabilidades de desarrollarse, en la medida en que estén atados a la economía del país, con hiperinflación y cada día un poder adquisitivo tan reducido, las ventas y el flujo de caja que manejen estos negocios desde sus hogares es muy precario», indicó Alejandro Castro, gerente de operaciones de Econométrica. El economista apuntó que aunque el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), no publica información sobre el desempleo en el país, una radiografía de lo que suceda son las estadísticas que presentó la Encuesta Condiciones de Vida de la UCAB, presentada en julio de 2020, en la que revela que la población de 15 años en adelante económicamente activa está inactiva.
«En 2016 la Encovi señalaban que en el país existían 33 millones de habitantes, pero se han ido cinco millones producto de la migración forzada, es decir, actualmente deben haber en Venezuela 28 millones de personas, sólo el 4%, un millón 500 mil personas están entre los estratos sociales A y B, es decir pueden adquirir alimentos, calzado, vestido, cubrir gastos de estudio y de distracción, incluso pueden ahorrar. 21 millones de personas están en pobreza extrema y ni siquiera pueden cubrir sus gastos de alimentación», precisó Castro.
Eldi Montero, presidente de la Cámara de Comercio de Lara, puntualizó que desde 2017 la economía venezolana ha migrado a lo informal. Asegura que actualmente el 75% de los comercios en el municipio Iribarren son informales. Han pasado de ser grandes establecimientos comerciales a pequeños negocios en las barriadas o urbanizaciones, o simplemente han migrado al comercio electrónico.
«Está economía de los pequeños bodegones en los hogares no está sosteniendo al país, está ayudando a algunas familias en su manutención diaria. El país se sostiene es con el pago de impuestos, con grandes inversiones y con el desarrollo de fuentes de empleos», argumentó.
Así lo confirma Freddy Montero, ingeniero civil y ciclista, que para aguantar la falta de trabajo repara bicicletas en su casa. «Requiero en promedio 10 dólares diarios para que mi familia de cuatro personas, entre ellos mi esposa embarazada puedan comer», comunicó.