Jesús Alí Oviedo | LA PRENSA.- Las bibliotecas de las principales universidades públicas del estado Lara padecen una profunda crisis, que va desde la falta de actualización y dotación de libros hasta espacios en condiciones inadecuadas, por lo que sus estudiantes se ven afectados al tener que ingeniárselas para estudiar y cumplir con sus exigencias.
Además, la crisis económica que atraviesa el país es una de las causas por las cuales se hace cuesta arriba comprar un ejemplar nuevo para estudios universitarios, resulta que un libro de derecho se encuentra a partir de los Bs. 200 mil, mientras que uno de medicina ronda los Bs. 400 mil y uno de arquitectura supera los Bs. 500 mil.
Daniela Peraza, estudiante, comentó que la biblioteca de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador del oeste (UPEL) se encuentra cerrada desde hace aproximadamente tres meses puesto que los aires acondicionados no funcionan.
Dada la situación la joven ha tenido que comprar guías pero a veces no puede porque las fotocopias más económicas están en ciento cincuenta bolívares, o, ir a cybers, dado que no tiene internet en su casa, y su economía se ve afectada al pagar la hora entre los Bs. 1.000 y 2.000.
“Para una persona que esté comenzando la universidad se le hace difícil porque no nos garantizan el acceso seguro a material bibliográfico y textos”, expresó Peraza.
La realidad de Daniela es similar a la de miles de estudiantes de la ciudad, que resuelven de cualquier modo para hacer los trabajos al tener carencias en sus casas de estudio.
En el caso de María Sanz, estudiante de la UPEL, ver algunas materias ha sido dificultoso al haber temas que en internet se encuentran con dificultad o les falta profundidad, a diferencia de los libros especializados disponibles en la biblioteca.
Aunque en la Universidad Experimental Politécnico Antonio José de Sucre (Unexpo) la biblioteca está abierta, su rectora Rita Añez detalló que por parte del Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria Ciencia, Tecnología (Mppeuct) no reciben dotación de libros nuevos desde el año pasado, y acotó que se les hace imposible comprarlos dado que el presupuesto es insuficiente.
Añez explica que al no tener libros nuevos o actualizados los estudiantes están en desventaja, sucede que las cátedras que cursan los ameritan, aunque existe acceso a contenidos en internet, no todos disponen de éste.
Además, a la rectora le causa alarma esta situación, teme que jóvenes que se retiren de las aulas al no tener garantizados servicios de buena calidad por parte del Estado venezolano.