Jhonny Pérez | LA PRENSA DE LARA.- Las bibliotecas, antes de la Internet, fueron centros de consultas en la que los estudiantes dedicaban parte de su tiempo para cumplir con las diversas asignaciones académicas que se les daban, así como también eran espacios con diversidad de material que complementaba la formación intelectual de la persona. En la actualidad estos espacios dejaron de ser de consulta bibliográfica para convertirse en sala de profesores, salón de clase y hasta depósitos, perdiendo la esencia primordial para lo que fueron creados y sus libros, con el pasar de los años, se han deteriorado o extraviado haciendo que el inventario de las bibliotecas mermen en un número considerable.
El profesor Luis arroyo, presidente del colegio de profesores del estado Lara sostiene que «la era tecnológica ha hecho que las bibliotecas vayan en vía de desaparición, cuando es un recurso necesario y fundamental para las instituciones».
«Hace unos cinco años atrás comenzaba a verse las decadencias de las bibliotecas, sin embargo tras el paso de la pandemia de covid-19 ha hecho que los libros resguardados en estos espacios se dañaran por la polilla y humedad que son los enemigos número uno de este tipo de material» añadió arroyo.
Por su parte la profesora Marianela González, quien ha hecho vida laboral en instituciones tanto públicas como privadas reseña que «lo primero que da tristeza es la falta de dotación de material impreso, precisamente ahora no se consiguen libros pues no hay actualizaciones porque todo es digital, que sucede, en la parte impresa pues ya no hay editoriales que saquen libros, no los ofrecen porque quien los va adquirir».
Los docentes lamentan el hecho que ya estos espacios vayan desapareciendo y que la riqueza intelectual que estos espacios ofrecían vayan desapareciendo, en contraposición a esto los docentes invitan a los representantes a donar sus libros a las bibliotecas y así evitar la perdida total de estos lugares que hacen tanto bien a las instituciones .