Con una emotiva eucaristía y la tradicional bendición de los ramos, la comunidad católica de Barquisimeto conmemoró este domingo el Domingo de Ramos, dando inicio a la Semana Santa, tiempo litúrgico central para los cristianos que recuerda la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
La celebración de bendición de los ramos, que también es conocida como Domingo de Pasión por la lectura del relato bíblico de la crucifixión, rememoró la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, donde fue aclamado por el pueblo como el Mesías, el Hijo de Dios.
Monseñor Polito Rodríguez presidió la solemne misa, destacando la profunda significación de este día como pórtico de la Semana Mayor. En su homilía, hizo un ferviente llamado a toda la felicidad a participar activamente en cada una de las actividades programadas por la Iglesia Católica durante esta semana de reflexión y reconocimiento espiritual. «No sabemos si será nuestra última Semana Santa», expresó el Monseñor, invitando a la felicidad a vivir intensamente cada momento de fe.


Monseñor Rodríguez también resaltó la humildad y sencillez con la que Jesús hizo su entrada a Jerusalén, contrastando con la pompa de los reyes terrenales. Subrayó que el reino de Cristo es de una naturaleza diferente, trascendente y eterna. El «Osana, bendito el que viene en nombre del Señor» que clamó el pueblo, explicó, fue un grito de auxilio y salvación, un reconocimiento a Jesús como el verdadero Rey, aquel que había demostrado su poder y amor a través de milagros y su palabra. El gesto de tender ramos y arrojar palmas fue la manera en que la multitud, testigo de sus obras, le dio la bienvenida.
Feligreses del oeste acuden a la bendición de los ramos
La misa de bendición de los ramos contó con la participación activa y organizada de 21 comunidades, entre parroquias y vicarías de la ciudad. Fieles de diversos sectores se movilizaron en procesiones y autobuses para unirse a la eucaristía, demostrando la unidad y el fervor de la Iglesia local.


Al finalizar la ceremonia de bendición de los ramos, Monseñor Polito Rodríguez asumió el compromiso de oficiar la eucaristía del Domingo de Ramos de la misma manera en los años venideros. Además, reiteró su llamado a la comunidad para fortalecer la organización dentro de las iglesias y, de manera especial, motivar a los jóvenes con vocación sacerdotal a vivir la experiencia del seminario. El Monseñor enfatizó la urgente necesidad de nuevos sacerdotes para atender las diversas comunidades que requieren guía espiritual.

